WASHINGTON.— Algunos dicen que el programa es demasiado sencillo como para señalar la forma en que el sistema antimisiles operaría en caso de un verdadero ataque contra Estados Unidos.
La quinta prueba del prototipo del sistema, suspendida principalmente como consecuencia de los fuertes vientos la noche del sábado y domingo en California, fue reprogramada para la noche del lunes.
Se desconoce lo que ocurriría si la prueba no fuera realizada el lunes.
El plan original contempla el lanzamiento de un misil balístico intercontinental modificado con una ojiva de fogueo desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, en California, sobre el océano Pacífico. Unos 20 minutos después sería lanzado un cohete interceptor lanzado desde el atolón de Kwajalein.
El interceptor encontraría el misil con la ojiva de fogueo ayudado por un radar en Hawai y se estrellaría contra él a una altura de 232 kilómetros.
El artefacto que golpea la ojiva es conocido como un vehículo asesino, de 54 kilogramos de peso y 140 centímetros de largo que se separa del cohete impulsor y busca su blanco usando su propio censor infrarrojo.
Los primeros cuatro intentos por interceptar una ojiva falsa en el espacio tuvieron resultados positivos en un 50 por ciento, es decir, dos aciertos y dos fallos.