ISRAEL.- El Primer Ministro de Israel, Ariel Sharon, responsabilizó esta tarde al Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, por la ola de atentados que este fin de semana dejó un saldo de 30 personas muertas y más de 200 heridas en Jerusalén y la norteña ciudad de Haifa.
"Yasser Arafat es culpable de todo lo que está ocurriendo", declaró en conferencia de prensa en la que además anunció que Israel comenzará su propia guerra contra el terrorismo.
Luego de una reunión del gabinete de seguridad israelí, que es común tras actos terroristas contra Israel, el Premier hebreo sostuvo que "Arafat es el enemigo número uno de Israel" y dijo que tomarán todas las medidas necesarias para acabar con el terrorismo que ha llegado a un punto extremo.
"El gobierno realizará una sesión especial para tomar decisiones respecto de cómo responder a la amenaza del terrorismo", decisiones en las que según Sharon será fundamental la unidad nacional para enfrentar lo que calificó como una emergencia.
Sharon comparó la guerra de Israel contra el terrorismo con la que libra Estados Unidos contra Osama bin Laden. "Así como Estados Unidos actúa en su batalla contra el terrorismo mundial, bajo el valiente liderazgo del Presidente Bush, así como actúa con toda su fuerza, así actuaremos nosotros, con todos los recursos a nuestra disposición", dijo Sharon.
El Premier israelí no mencionó los esfuerzos de la Autoridad Palestina de arrestar a militantes islámicos. Unos 110 miembros de los grupos Hamas y Jihad Islámica han sido detenidos en una redada que comenzó el domingo.
La ola de atentados que comenzó el sábado pasado coincidió con la misión de paz norteamericana que pretendía reactivar el diálogo entre israelíes y palestinos estancados desde el fracaso de la cumbre en Camp David y el posterior inicio de la violencia en septiembre del año pasado.
La delegación norteamericana encabezada por Anthony Zinni y William Burns, intenta crear las condiciones necesarias para que ambas partes se sienten en la mesa de negociaciones y detengan la violencia que hasta la fecha ha dejado más de mil muertos, en su mayoría palestinos.
De acuerdo a los antecedentes, el gobierno israelí insiste en que para dialogar con los palestinos Arafat y su gobierno deben asegurar por lo menos siete días de tranquilidad, mientras que los palestinos exigen el ejército israelí detenga las represalias y los asesinatos selectivos en contra de militantes árabes.