KABUL, Afganistán.- Las fuerzas antitalibán luchaban este lunes por controlar el aeropuerto de Kandahar, el último reducto del régimen islámico en Afganistán, mientras los aviones estadounidenses bombardeaban posibles refugios de Osama bin Laden en las escarpadas montañas cerca de la frontera con Pakistán.
Los combatientes leales al Gul Agha, ex gobernador de Kandahar, llegaron hasta el perímetro del aeropuerto, pero fueron rechazados por los defensores del último reducto del Talibán, según el hermano de Agha, Bismila.
Las fuerzas de Agha han avanzado desde el sur hacia Kandahar, en tanto las tropas leales al ex vicecanciller Hamid Karzai avanzan desde el norte hacia la acosada ciudad.
Los infantes de marina estadounidenses estacionados en una base desértica a unos 110 kilómetros al sudoeste de Kandahar no han visto acción desde que helicópteros artillados atacaron un convoy talibán hace una semana.
Pero un vocero de los marines dijo que tres aviones despegaron desde portaaviones y bombardearon un blanco en el sur de Afganistán ante una pista que les dio un observador en tierra.
El capitán David Romley dijo no tener detalles del blanco y que el ataque no fue solicitado por los infantes de marina, que sentaron esta base de avanzada hace una semana.
Simultáneamente, los bombarderos estadounidenses atacaron la zona montañosa al sur de la ciudad de Jalalabad cerca de Tora Bora, donde hay un reducto de bin Laden. El lunes por la noche se oyeron en Jalalabad cuatro intensas explosiones en dirección de Farmada, otro ex bastión de bin Laden capturado por afganos antitalibanes el mes pasado.
Estados Unidos ha centrado la cacería de bin Laden en la zona de Kandahar y Tora Bora, en una región inaccesible cerca de la frontera paquistaní.
Por su parte las Naciones Unidas dijeron que miles de refugiados huyen de Kandahar, mientras caudillos locales y la Alianza del Norte se pelean por controlar el último reducto del régimen teocrático del Talibán.
La aviación norteamericana bombardeó esa ciudad sureña afgana, que el líder supremo talibán, el mullha Mohammed Omar, juró defender hasta morir.
Un comandante tribeño pashtún dijo que milicianos extranjeros de Al-Qaeda leales a Osama bin Laden impiden que se rindan los desmoralizados afganos. Otra fuerza tribal indicó haber capturado una torre cerca del aeropuerto de Kandahar y está dispuesta a ocupar toda la instalación.
Las fuerzas militares norteamericanas detuvieron a un hombre que dice ser estadounidense. Figuró entre más de 80 prisioneros talibanes extranjeros que abandonaron un sótano inundado por los combatientes de la Alianza del Norte varios días después de ser aplastada su rebelión en un fuerte en la ciudad de Mazar-e-Sharif.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Peter Kessler, estimó que 8.000 afganos llegaron a Pakistán desde que se intensificó el conflicto la semana pasada. "Al parecer, unas 2.000 personas o más abandonan la provincia de Kandahar cada día en busca de ayuda", agregó Kessler.
Los que llegaron al cruce fronterizo paquistaní de Chaman dijeron que reina el miedo y el caos en Kandahar así como en la carretera que conduce hacia Pakistán. Las condiciones en Kanadhar y su vecindario no eran claras el lunes e informaciones de enfrentamientos entre grupos rivales no pudieron ser confirmadas.
El Talibán le niega la entrada a periodistas extranjeros en las zonas que controla.
Un refugiado, Mohammed Nasim, dijo que vio unos seis vehículos destrozados por bombas norteamericanas en la carretera entre Kandahar y la frontera.