BONN.- El líder pastún moderado, Hamid Karzai, será el Primer Ministro del gobierno interino que regirá Afganistán en los próximos seis meses, según el acuerdo firmado hoy en Bonn por representantes de la Alianza del Norte y de grupos en el exilio.
La firma del acuerdo coincide con la llegada de una misión de reconocimiento de la ONU a Islamabad (Pakistán), primera etapa de un viaje con destino a Kabul con el objetivo de estudiar el terreno ante un inminente despliegue de fuerzas internacionales en la capital afgana y sus alrededores.
Está previsto que la fuerza internacional llegue a Kabul días antes de que el gobierno interino pactado en Bonn reemplace en el poder al del presidente Burhundin Rabani, traspaso que la ONU quiere formalizar en una ceremonia "tranquila" el próximo día 22.
El representante especial del secretario general de la ONU en Afganistán y mediador en la conferencia interafgana de Bonn, Lakhard Brahimi, viajará la semana que viene a Kabul para iniciar los preparativos del traspaso, el primer paso de un proceso que "será difícil y estará lleno de obstáculos".
"De camino haré escala en Roma para conversar con el ex rey Mohamed Zahir y luego lo haré en Kabul con el profesor Rabani, con quien, como todos imaginarán, he hablado estos últimos días por teléfono en varias ocasiones", dijo.
Rabani, quien hasta el último minuto intentó sabotear un acuerdo que le apartara del poder -la pasada madrugada exigió un cargo de responsabilidad para su hijo, Suhadín Rabani- ha recibido, además de las llamadas de Brahimi, las de autoridades de Estados Unidos, Alemania, Rusia, Irán, Pakistán y Arabia Saudí, entre otras.
Equipo del gobierno
Karzai, cuyas tropas combaten en estos momentos a los talibanes en Kandahar, contará en su equipo de gobierno con cinco viceprimeros ministros con cartera y 24 ministros, un total de 27 hombres y dos mujeres: Sima Samar, viceprimera ministra y titular de Asuntos de la Mujer, y Suhaila Seddiqi, al frente de Sanidad.
"No creo que dos mujeres en un equipo de 30 sea poco. Piensen que hasta hace unas semanas, la mujer en Afganistán, simplemente, no existía", subrayó Brahimi.
Samar es médico y muy respetada por su trabajo social en los campamentos de refugiados, mientras que Sadiqi, titular de Sanidad, es, además de médico, militar de carrera con rango de general y nunca salió de Kabul, donde logró mantener en los años del régimen talibán el halo de intocable que se labró en el periodo comunista.
Aunque la relación de gobierno no pudo completarse en Bonn debido a la falta de tiempo y a la dificultad de consensuar nombres, sí hubo acuerdo acerca de cuantos ministerios corresponderán a cada grupo y sobre de la composición ética del nuevo gobierno.
De los treinta cargos de la administración interina, once serán pastunes -grupo mayoritario en Afganistán-, ocho tayikos, cinco hazara y tres uzbecos, mientras que el resto se dejó vacante para dar cabida a grupos étnicos no representados en las negociaciones.
Al margen del componente étnico, la mayor cuota de poder quedó en manos de la Alianza del Norte o Frente Unido, única delegación con presencia real, incluida la militar, en el terreno.
El grupo de Roma, integrado por partidarios del ex rey Zahir, la Iniciativa de Chipre y la Conferencia de Peshawar, representan, con algunos matices, al exilio afgano y en la mayor parte de los casos agrupan a personas que salieron el país hace 30 años.
Aunque faltan cinco ministerios por adjudicar, está confirmado que la Alianza obtuvo los diecisiete que pedía, que Roma contará con ocho, además del primer ministro y que Chipre se quedó fuera.
Entre los ministros de la Alianza con los que contará Karzai, figuran Abdulá Abdulá (Exteriores), Yunis Qanuni (Interior) y Mohamed Fahim (viceprimer ministro y Defensa).
La inclusión de esos tayikos en el gobierno que sustituirá al de Burhundin Rabani, del que ahora forman parte, era tan previsible como esencial para el buen desarrollo del proceso postalibán.
Entre los ministerios que estarán dirigidos por partidarios del ex rey, están Finanzas, el de la Mujer, Reconstrucción y Fronteras.
"Alcanzar un acuerdo en Bonn y sentar en una semana las bases para la paz y la seguridad de un país que lleva 23 años en guerra ha sido una tarea muy difícil", declaró Brahimi, visiblemente cansado pero también emocionado y satisfecho con los resultados.
"Hemos abierto un camino a la esperanza, pero el camino es largo y estará sembrado de obstáculos", advirtió Brahimi, que hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que respalde el proceso de Bonn y ponga cuanto antes en marcha la reconstrucción.