GINEBRA.- La Conferencia sobre la prohibición de armas biológicas concluyó este viernes en Ginebra sin que sus participantes consiguieran, después de tres semanas de conversaciones, llegar a un acuerdo sobre una declaración final.
Según un comunicado de la ONU, esta reunión se celebró "en un momento en que la comunidad internacional está especialmente preocupada por la amenaza del uso de armas biológicas tales como el bacilo del ántrax".
El texto anunció la celebración de una nueva conferencia del 11 al 22 de noviembre del 2002 en Ginebra.
Los 144 países que desde 1972 firmaron la convención que prohibía fabricar y almacenar armas biológicas y recomendaba su destrucción, estaban reunidos desde el 19 de noviembre y finalmente firmaron sólo un informe intermedio que describe sus trabajos.
Estados Unidos, por medio de su subsecretario de Estado, John Bolton, aseguró que esta convención no sirvió para impedir ataques con ántrax y denunció que seis países (Corea del Norte, Irak, Irán, Libia, Sudán y Siria) no se plegaban a este acuerdo internacional.
El responsable de Washington subrayó que estos países, que firmaron la Convención, han seguido produciendo armas biológicas, catalogadas como armas de destrucción masiva, al mismo nivel que las armas nucleares y químicas.
Si bien Estados Unidos rechazó la verificación internacional de las armas biológicas tras seis años de negociaciones, sí pidió la aplicación de medidas nacionales para impedir su utilización, así como un código de buena conducta de los laboratorios y de los científicos.