HAIRATON.- Un tren pasó el domingo sobre el único puente que une a Uzbekistán y Afganistán, el cual fue abierto por vez primera desde 1997 a fin de llevar ayuda humanitaria a la nación afgana.
El Puente de la Amistad pasa sobre el Río Amu Darya y une a Termez, en Uzbekistán, con la población afgana de Hairaton, a unos 64 kilómetros de Mazar-e-Sharif, la mayor ciudad del norte afgano.
El Ejército soviético construyó el puente durante su guerra en Afganistán y lo usó para retirarse tras su derrota hace 12 años.
Las agencias asistenciales habían solicitado la reapertura del puente, y habían advertido que no había otra forma de hacer llegar con suficiente rapidez la ayuda para los millones de afganos desplazados por la guerra en su país.
Los trabajadores de asistencia hasta ahora sólo podían viajar dos horas en una barcaza para cruzar el río.
El primer tren cruzó la mañana del domingo, adornado con mantas que leían "del pueblo uzbeco al pueblo afgano". Llevaba 1.000 toneladas de grano y harina enviados por Uzbekistán y la ONU.
Varios guardias armados permanecían vigilantes en distintos puntos del puente.
El líder militar afgano Rashid Dostum, de la etnia uzbeca, quien ejerce el control en el área de Mazar-e-Sharif, llegó a la zona en un automóvil negro para presenciar la llegada del embarque del lado afgano.
"Es una noticia absolutamente maravillosa que ellos hayan dado los pasos para abrir hoy el puente, pero necesitamos aún algunos detalles sobre si éste estará abierto a todo el equipo internacional de asistencia y a todos los víveres que queremos movilizar rápidamente a través de la frontera", dijo Brendan Paddy, portavoz de la agencia londinense de ayuda Save the Children, en la capital uzbeca, Tashkent.
El puente ha sido un asunto delicado para el Gobierno de esta ex república soviética, aliada clave en la guerra de Estados Unidos en Afganistán. Más de 1.000 soldados norteamericanos están apostados en Uzbekistán, y el país abrió su espacio aéreo a Estados Unidos para las operaciones humanitarias y de rescate.
Sin embargo, Uzbekistán se había mostrado renuente a la uridad.
El puente fue cerrado cuando la milicia fundamentalista del Talibán se apoderó de la mayor parte del territorio afgano. El Gobierno uzbeco temía que la violencia y la revolución fundamentalista se extendieran hacia el norte.
El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, aprovechó el sábado una visita a la capital uzbeca para anunciar públicamente que el Gobierno del país centroasiático había accedido a la apertura del puente.
Los funcionarios de ayuda se dijeron complacidos por el cruce del primer tren, pero Paddy dijo que está buscando información sobre la forma en que el puente podrá utilizarse. Hasta no contar con esa información, Save the Children seguirá buscando rutas alternativas.
No obstante, varias agencias de ayuda enfatizaron que el puente agilizaría la distribución de bienes, permitiendo movilizar grandes embarques directamente desde los países de Europa Oriental.
Paddy dijo que Save the Children esperaba enviar tiendas de campaña para el invierno, medicamentos y ropas a través del puente. El Fondo de Naciones Unidas para la Protección de la Infancia (UNICEF) espera enviar unas 200.000 frazadas desde India, informó la portavoz Rupa Joshi.
Alrededor de 3,4 millones de personas en el norte de Afganistán dependerán de la ayuda externa para sobrevivir al invierno, según algunas estimaciones.