LA HAYA.- El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic escuchará mañana en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) el cargo de genocidio y “complicidad de genocidio” del que la fiscal Carla del Ponte le acusa por presuntos crímenes de guerra ocurridos en Bosnia entre 1992 y 1995.
El cargo de genocidio, el más severo que recoge la jurisprudencia del Tribunal, comprende la exterminación de una población o parte de ella por motivos religiosos, políticos, raciales o étnicos.
La acusación señala que este crimen fue cometido por fuerzas militares serbias y del Ejército Yugoslavo, del que Milosevic era el último responsable, contra la población musulmana y croata en ciudades bosnias como Srebrenica, Sarajevo, Prijedor, Foca y Brcko.
La acusación del TPIY, según la cual sólo en la localidad de Srebrenica “miles de musulmanes bosnios, entre ellos niños” murieron en julio de 1995, también establece que el número total de población no serbia que se vio implicada en el proceso de limpieza étnica en Bosnia asciende a 250.000 personas.
Milosevic, que se enfrenta a 29 cargos por crímenes cometidos en Bosnia Herzegovina, también escuchará mañana acusaciones por asesinato, deportación, tortura y detención ilegal, destrucción de bienes culturales o religiosos y persecución por motivos políticos, religiosos, raciales o étnicos.
Estos crímenes habrían sido ejecutados contra la población no serbia (musulmanes y croatas) residente en Bosnia a principios de los años noventa.
En su cuarta aparición mañana ante el Tribunal, se espera que Milosevic, al igual que lo hizo cuando le fueron leídas las acusaciones relacionadas con Kosovo y Croacia, rechace los cargos que se aplican a la guerra civil de Bosnia.
Mientras que en otras primeras comparecencias los jueces del Tribunal se limitan a leer los cargos a los acusados, en el caso de Milosevic han procedido a la lectura íntegra de la acusación, ya que el ex presidente yugoslavo se niega a leer los documentos escritos por los fiscales.
La de Bosnia es la tercera de las acusaciones confirmadas por el Tribunal contra Milosevic, que también está acusado de crímenes de guerra y contra la Humanidad ocurridos en Kosovo durante 1999 y en Croacia entre 1991 y 1992.
Los jueces de la Sala Primera del TPIY, presidida por el británico Richard May, también tendrán que pronunciarse mañana sobre una moción en la que la fiscal Carla del Ponte solicita que las tres acusaciones que recaen sobre Milosevic se traten “de forma conjunta” en un sólo juicio.
La fiscal-jefe del TPIY es partidaria de esta medida por razones de “economía judicial”, ya que un sólo juicio, además de ser más eficiente en cuanto a duración, prevendría “veredictos inconsistentes” entre diferentes salas del Tribunal.
Del Ponte alega que en un proceso unificado los jueces encargados del caso podrán obtener con más exactitud “una visión global” de las tres acusaciones, para de esta manera estar en condiciones de “imponer una sentencia general más apropiada”.
Además, con un único juicio se ofrece mayor protección a los testigos, pues al declarar solamente una vez están menos expuestos a riesgos.
La moción estima que en total 600 testigos (200 para cada acusación) declararían en un proceso conjunto contra Milosevic.
Este, que ha renunciado a su derecho de defenderse a sí mismo por considerar al tribunal ilegal, también se ha negado a colaborar con los tres abogados (los llamados “amici curiae) que el TPIY le ha designado para que le asesoren en la posible preparación de su defensa.
El ex presidente yugoslavo tampoco quiere contacto alguno con otros dos consejeros jurídicos, el antiguo ministro estadounidense de Justicia Ramsey Clark y el abogado británico John Livingston, que han sido “aceptados” por los jueces del Tribunal para que hablen en privado con él sobre cuestiones legales mientras dure su proceso.
