JERUSALEN.- Dos niños palestinos de tres y 13 años murieron este lunes en un ataque de helicópteros israelíes en Hebrón (Cisjordania) cuyo blanco era un militante del movimiento de resistencia Yihad Islámico, mientras que Estados Unidos aumentó la presión para que pare la violencia en la zona.
El secretario de Estado norteamericano Colin Powell pidió que "se trabaje duro" para lograr un alto el fuego, después de una reunión en Berlín con el canciller alemán Gerhard Schroeder.
En Bruselas, los cancilleres de la Unión Europea (UE) instaron este lunes a la Autoridad Palestina "a desmantelar las redes terroristas de Hamas y Yihad Islámico", y a Israel "a retirar sus fuerzas militares" de los territorios palestinos.
Además, los Quince pidieron a la Autoridad Palestina "la detención y juicio de todos los sospechosos y una petición en lengua árabe en la que se proclame el fin de la Intifada".
La UE también instó a Israel "el cese de las detenciones extrajudiciales, el levantamiento de los bloqueos y de todas las restricciones impuestas al pueblo palestino".
Los Quince decidieron enviar a la región al alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, que se reunirá con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y con el presidente palestino, Yasser Arafat.
Por su parte, el jefe de la diplomacia israelí Shimon Peres afirmó en Bruselas que su país no tenía intenciones de "expulsar a Arafat del poder" y que no creía en una solución "militar" para el conflicto en Oriente Medio.
Sin embargo, durante la jornada, el Ejército israelí confirmó que atentó contra "Mohammad Ayub Sidr, un responsable del brazo militar del Yihad Islámico" en Hebrón.
"Era responsable de varias secciones del Yihad que prepararon y perpetraron atentados suicidas en Israel, que mataron a civiles en Jerusalén y en la región de Hebrón, en Cisjordania", según el comunicado.
Sidr, de 26 años, resultó herido leve en el ataque en el que Israel disparó misiles contra el auto en el que viajaba.
Sin embargo, en el bombardeo murió su sobrino de tres años, que viajaba en el auto, y un adolescente de 13 años. Otras diez personas resultaron heridas.
En un comunicado, el ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabbo, calificó a Sharon de "asesino de niños que no tiene ningún respeto por la vida de los otros".
"Apuntar a autos de civiles en un mercado repleto de gente en Hebrón y exponer a decenas de personas a un gran peligro es indignante y lo condenamos", añadió, asegurando que Sharon será "el único responsable de cualquier derramamiento de sangre que ocurra después de este acto".
Con estas muertes, asciende a 1.065 la cantidad de fallecidos desde el inicio de la Intifada, el 28 de septiembre de 2000, entre ellos 819 palestinos y 223 israelíes.
