WASHINGTON.- John Walker, el talibán estadounidense retenido en una base de EE.UU. en el sur de Afganistán como prisionero de guerra, ha facilitado
"información útil" al Pentágono, dijo hoy el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz.
Walker, de 20 años y originario de California, fue detenido en Maza-i-Sharif durante un motín registrado en una cárcel de esa ciudad del norte de Afganistán, en el que murieron varios centenares de reclusos y un miembro de la Agencia Central de Información (CIA) de Estados Unidos.
Cazas de EE.UU. bombardearon el fortín a petición de la Alianza del Norte, que había perdido el control de la situación.
El estado de salud de Walker es bueno, según fuentes militares estadounidenses, que señalaron que el joven es considerado un prisionero de guerra y que, como tal, cuenta con todos los derechos de asistencia.
El talibán estadounidense ha recibido alimentos y tratamiento médico en Camp Rhino, una base de los "marines" de EE.UU. en el sur de Afganistán.
Las autoridades de Defensa de Washington han autorizado que Walker reciba la visita de miembros de la Cruz Roja Internacional para que verifiquen sus buenas condiciones de salud.
El Departamento de Justicia de EE.UU., por su parte, estudia la forma de procesarlo.
Un portavoz militar estadounidense dijo que Walker será trasladado a EE.UU. próximamente.
Por su parte los familiares de Walker, quien se convirtió al Islam cuando tenía 16 años, ya comenzaron una campaña en Estados Unidos para obtener clemencia.
El padre de Walker, un abogado californiano, fue consultor del ministerio de Justicia estadounidense.