WASHINGTON.- Un funcionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) quien fue el primer estadounidense muerto en combate en Afganistán, fue elogiado el lunes como un héroe que sirvió a su país desinteresadamente en una ceremonia fúnebre efectuada en el Cementerio Nacional de Arlington.
Johnny Michael Spann ("Mike") murió el 25 de noviembre en un motín ocurrido en una fortaleza en el norte de Afganistán que servía como prisión a miembros del movimiento Talibán y de la red Al Qaeda del militante islámico Osama bin Laden, considerado por Estados Unidos el sospechoso principal de los atentados del 11 de septiembre que dejaron unos 3.900 muertos.
La viuda del agente, Shannon Spann, dijo durante el funeral que su esposo siempre había hablado desde el corazón y que ella trataría de seguir su ejemplo.
"Fue muy duro saber que había caído hace dos domingos en un lugar tan alejado de nosotros", dijo Shannon Spann frente a sus tres hijos -incluyendo un bebé de seis meses- en el cementerio de Arlington, situado en las afueras de Washington, que limita con los estados de Virginia y Maryland.
"Mi esposo es un héroe, pero Mike no es un héroe por la forma en que murió, sino por la forma en que vivió. El estaba preparado para entregar su vida en Afganistán porque cada día entregaba su vida a su familia y a su país con el mismo amor", agregó.
Spann, de 32 años, un ex infante de Marina, recibió todos los honores reservados a un militar caído en combate, incluyendo una ceremonia en la que se hicieron tres descargas de fusiles ante un furgón tirado por caballos que transportaba el ataúd cubierto con la bandera estadounidense, flanqueado por una guardia de honor y una banda de la Infantería de Marina.
