LA HAYA.- El ex presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic calificó hoy de “trágico texto extremadamente absurdo” la acusación de genocidio durante la guerra de Bosnia (1992-1995) presentada contra él por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya, Holanda.
Tras la lectura de los 29 puntos de la acusación, Milosevic rechazó declararse culpable o inocente en relación con cada una de las acusaciones como le había exigido el juez Richard May.
“Se me debería imputar que en Bosnia intercedí por la paz, no por la guerra. La responsabilidad de la guerra la tienen las fuerzas que despedazaron Yugoslavia y sus ayudantes, no yo”, aseguró el ex presidente de Yugoslavia.
Tras la intervención de Milosevic, el juez May manifestó que la interpretaba como una declaración de “no culpabilidad” en todos los puntos de la acusación y que Milosevic tendrá la oportunidad de exponer sus ideas posteriormente en el proceso.
La acusación de genocidio fue presentada durante la cuarta comparecencia de Milosevic ante el TPIY. Contra el ex dictador ya se habían presentado con anterioridad los cargos de crímenes contra la humanidad, así como violaciones del derecho internacional de guerra y de las Convenciones de Ginebra. Estas acusaciones sólo estaban relacionadas con los conflictos en Croacia y la provincia serbia de Kosovo.
El ex presidente yugoslavo se niega a reconocer la legitimidad del tribunal de La Haya y hasta el momento ha rechazado pronunciarse sobre las acusaciones formuladas contra de él. Asimismo, insiste en su negativa a nombrar a un abogado para su defensa.
La fiscal jefa del TPIY, Carla del Ponte, pretende lograr que los tres cargos presentados contra Milosevic se integren en una sola acta acusatoria, para que Milosevic sea sometido a un proceso único, que según está previsto habrá de comenzar el próximo mes de febrero.
El ex dictador, derrocado durante el alzamiento popular del 5 de octubre del año pasado, fue entregado al tribunal de las Naciones Unidas el pasado 28 de junio y desde entonces está recluido en la cárcel del TPIY, en el balneario de Scheveningen, próximo a La Haya.