WASHINGTON.- Una operación conjunta de varias agencias del gobierno de Estados Unidos desarticuló una red dedicada al ingreso ilegal de inmigrantes a Estados Unidos, la más grande que se haya detectado jamás con una empresa estadounidense involucrada, informaron hoy las autoridades.
La empresa de ómnibus Golden State Transportation, basada en Los Angeles, ingresó entre 50 y 300 personas por día a Estados Unidos por la frontera con México durante el año 2000, dijo el comisionado del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (INS), James Ziglar.
Treinta empleados y funcionarios con cargos jerárquicos de la empresa fueron formalmente acusados por el Estado ante la justicia de violar las leyes, y serán juzgados.
El procurador general de Estados Unidos, John Aschcroft, vinculó la operación a los atentados terroristas del 11 de septiembre, al indicar que esos ataques "recordaron a los estadounidenses de la manera más dolorosa posible sobre la necesidad de defender nuestras fronteras, a la vez manteniéndolas abiertas a la gente pacífica y amante de la libertad".
"Los cargos de hoy prueban que podemos alcanzar ese balance en nuestra política de inmigración. Estados Unidos es una nación compasiva, construida en el trabajo duro de los inmigrantes. Nos mantenemos comprometidos a dar la bienvenida a los inmigrantes legales, pero no toleraremos la violación de nuestras fronteras. Tendremos incluso menos paciencia para aquellos que buscan violar las leyes de inmigración de nuestra nación. Las leyes de Estados Unidos merecen y exigen respeto", advirtió.
Unos 300 agentes federales participaron de la investigación, que llevó dos años, y se concentró en los estados de California, Arizona y Colorado, dijo Ashcroft.
La Operación "Great Basin" (Gran Cuenca) "es el caso más grande de ingreso de inmigrantes ilegales que jamás se haya llevado (ante la justicia) contra una empresa comercial estadounidense", dijo Ashcroft, que dijo que era para él un "placer anunciar los resultados" del operativo.
La Operación Gran Cuenca comenzó hace dos años cuando funcionarios de la patrulla fronteriza de Tucson recibió información sobre actividades ilegales en la compañía Golden State Transportation, que opera ómnibus de transporte colectivo.
"Después de una investigación completa, estamos acusando a Golden State Transportation por participar en un esquema de ingreso de inmigrantes ilegales a sabiendas y voluntariamente. Estimamos que la compañía transportó entre 50 y 300 migrantes por día a destinaciones en Estados Unidos", explicó Ashcroft.
Los 30 empleados de Golden State Transportation, incluido el director ejecutivo, otros gerentes y funcionarios de alto rango, así como conductores de los buses, entre otros, fueron acusados formalmente con 39 cargos formales ante la justicia, incluido el de "transportar y proteger inmigrantes ilegales con fines de lucro".
La acusación presentada a la justicia describe cómo la empresa permitió que rutinariamente, las personas encargadas de trasladar a los ilegales compraran muchos pasajes con anticipación, para viajes a altas horas de la noche, y con rutas modificadas por la empresa para evitar pasar por controles policiales, agregó Ashcroft.
La Operación Gran Cuenca, coordinada por el INS, involucró unos 300 empleados de agencias estatales y federales de los Estados Unidos, incluidos agentes encubiertos, la Patrulla Fronteriza, el Buró Federal de Investigación (FBI), los "marshalls" -policía federal dependiente del Departamento de Justicia-, y la policía y otros departamentos de los estados de Arizona y California.
Cuando la investigación logró desenmascarar la operación ilegal, se pasó a la fase final, que involucró arrestos en siete estados y 19 órdenes de allanamiento sólo en los dos últimos días.
Ashcroft dijo que espera que la Operación Gran Cuenca sirva como advertencia a aquellas organizaciones, compañías o individuos que ayudarían a ingresar a un ilegal al país para obtener una ganancia económica: "las agencias de la ley de Estados Unidos están prontas y son capaces de encontrarlos, investigarlos y llevarlos ante la justicia", advirtió.