JERUSALEN.- El mediador estadounidense Anthony Zinni inauguró este martes una nueva ronda de conversaciones entre israelíes y palestinos para buscar una tregua, tras un par de acalorados encuentros que concluyeron sin resultados pese a la urgencia ante los nuevos hechos violentos.
Tras la caída del sol de este martes, un palestino murió y siete resultaron heridos cuando helicópteros israelíes dispararon tres misiles contra un edificio en el sur de Gaza.
Más temprano, helicópteros israelíes atacaron un puesto en el norte de Gaza, y los soldados mataron a dos trabajadores palestinos en un puesto de control.
Los enviados europeos se unieron a los esfuerzos diplomáticos. El jefe de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, desayunó en Jerusalén con el Primer Ministro Ariel Sharon y se reunió luego con el líder palestino Yasser Arafat, en la ciudad cisjordana de Ramala.
La visita de Solana ocurrió un día después que la UE endureció su postura ante los extremistas palestinos, calificando a los grupos Hamas y Jihad Islámica de "redes terroristas" y pidiendo a Arafat que las desmantele.
Una serie de atentados suicidas de Hamas mató a 26 personas la semana pasada.
En Jerusalén, el enviado norteamericano de paz, Anthony Zinni, medió el tercer encuentro reciente entre funcionarios de seguridad palestinos e israelíes. Ambas partes dieron versiones encontradas sobre los resultados.
Un funcionario palestino dijo que no hubo un progreso real en el encuentro y se consideró que los ataques sostenidos de los israelíes estaban saboteando los esfuerzos internacionales de paz. Añadió que Solana prometió hacer todo lo posible por acabar con esos ataques.
Los funcionarios israelíes opinaron que el encuentro fue positivo, y dijeron que Zinni permanecerá en la zona a petición de las dos partes. El fin de semana, Zinni habría amenazado con retirarse si no había progresos para acabar con la violencia.
El martes, los helicópteros israelíes dispararon cuatro cohetes contra un puesto de la unidad de elite palestina Fuerza 17. Israel disparó también dos misiles tierra-tierra contra el edificio, causando daños considerables, informaron agentes palestinos de seguridad.
El puesto fue desalojado antes del ataque. Un agricultor resultó levemente herido por la metralla. Un misil derribó las líneas principales de electricidad que conectan el vecindario con la red israelí, ocasionando un apagón en la zona.
El ataque representó una represalia por el ataque palestino con morteros contra un asentamiento judío en Gaza, ocurrido un día antes. Una niña israelí resultó lesionada en esa ofensiva.
Un consejero de Arafat, Nabil Abu Rdeneh, dijo que el ataque de Israel, junto con su fallido intento de matar el lunes a un presunto extremista islámico en Hebrón, representaba una ola de actos violentos que buscaba sabotear la misión de paz.
En el ataque del lunes, dirigido contra Mohamed Ayoub Sidr, un activista del grupo Jihad Islámica, Israel disparó varios misiles desde helicópteros. Ayoub Sidr resultó herido y dos niños palestinos murieron. Otros transeúntes resultaron lesionados.
Aproximadamente 3.000 palestinos se unieron el martes al funeral de los niños de 3 y 13 años. Por vez primera, no hubo ningún hombre armado en la procesión, cumpliendo aparentemente las órdenes de Arafat, de que sólo las fuerzas de seguridad pueden portar armas en la vía pública.
El ministro palestino de Información, Yaser Abed Rabbo, condenó el ataque israelí. Las fuerzas militares de Israel expresaron su pesar por la muerte de los niños.
