GAZA.- El temor se extiende en Gaza y en Cisjordania tras la ruptura total del Gobierno de Israel con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que los palestinos consideran una "sentencia de muerte" para el proceso de paz.
"No podremos alcanzar la paz si no es con Arafat y las alternativas que (los israelíes) tratan de crear son meras ilusiones", manifestó Hana Nasser, el alcalde palestino de la ciudad cisjordana autónoma de Belén, durante un acto de apoyo al presidente de la ANP.
Israel decidió romper todo contacto con la ANP y su presidente, Yaser Arafat, por considerarlo "responsable directo" de los recientes ataques contra israelíes, lo que el ministro palestino de Información, Yaser Abed Rabbo, calificó como "una declaración de guerra".
El último ataque fue cometido ayer, miércoles, por el movimiento integrista palestino HAMAS en Cisjordania, donde murieron diez israelíes a la entrada del asentamiento judío de Emanuel.
Pocas horas después, el Ejército israelí respondió de forma contundente al bombardear con más de cuarenta misiles numerosas instalaciones de la ANP en la franja de Gaza, así como en las ciudades cisjordanas de Naplusa y Ramala.
"El Gobierno de Israel ha utilizado de forma deliberada los ataques de ayer no sólo para castigar al pueblo palestino y a la ANP, sino también para tirar por la borda y destruir los intensos esfuerzos de EE.UU. y la Unión Europea (UE) para poner fin al conflicto y alcanzar una solución pacífica", dijo hoy el portavoz de Arafat, Nabil Abu Rudaina.
El portavoz del presidente palestino agregó que "los bombardeos aéreos israelíes tienen por objeto destruir completamente a la ANP, que es lo que (el primer ministro israelí, Ariel) Sharón había planificado de antemano".
Tanto Rudaina como destacados funcionarios políticos y militares palestinos opinan que Sharón está llevando a cabo un plan que guardaba "bajo la manga" cuando se presentó a las elecciones especiales a primer ministro de Israel en febrero pasado.
Según dichas fuentes palestinas, ese supuesto plan fue preparado por Sharón en coordinación con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, el general Shaúl Mofaz, y otros mandos militares.
El propio Arafat calificó recientemente de "plan del infierno" esa supuesta estrategia militar de Sharón, "quien nunca tuvo la intención de alcanzar una solución política al conflicto, sino que quería aplicar ese plan para eliminarlo y reemplazarlo por otro líder que colabore con Israel", agregaron las fuentes.
Tras la declaración de Israel anoche en el sentido de que "Arafat es irrelevante", que siguió a otra de la semana pasada en la que se afirmaba que "la ANP es una entidad que apoya el terrorismo", los palestinos consideran que "se trata de un punto final al agonizante proceso de paz".
Los palestinos se refieren no sólo a la muerte de los Acuerdos de Oslo que firmaron con Israel a partir de 1993, sino a todo tipo de contacto político que sirva de punto de partida para alcanzar una solución negociada al conflicto.
Según recogió la prensa, en el vecino reino de Jordania también existe el temor de que la situación en Cisjordania y Gaza se deteriore hasta el punto de que numerosos palestinos quieran emigrar, por lo que las autoridades de ese país cerraron la frontera.
El presidente palestino instó a una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar la crítica situación existente en los territorios de Cisjordania y Gaza, y tratar el envío de una fuerza internacional.
Fuentes palestinas en Gaza expresaron sus dudas hoy, tras la ruptura del Gobierno de Sharón, acerca de que continúen los arrestos de integristas islámicos por parte de los organismos de seguridad de la Autonomía Palestina, una de las principales exigencias del Ejecutivo israelí y de la comunidad internacional.
"Puedo hacer un cien por cien de esfuerzo (para poner fin a la violencia) pero no me pueden exigir un cien por cien de resultados, ya que sólo Dios lo puede conseguir", dijo Arafat en unas declaraciones a una cadena de televisión de la zona.