TORA BORA, Afganistán.- Mientras la aviación norteamericana bombardeaba las posiciones de Al Qaeda, las fuerzas tribeñas afganas intensificaban sus ataques contra los combatientes de Osama bin Laden en un cañón de una cordillera nevada este jueves, jurando arrasar con ellos después que fracasaron las negociaciones para una rendición.
Pero los comandantes de la alianza tribeña oriental dijeron que los cabecillas terroristas que al parecer figuran entre los principales elementos de Al Qaeda se habrían escapado hacia la frontera con Pakistán y seguía sin conocerse el paradero de bin Laden.
La nieve cayó en el área de Tora Bora en la Cordillera Blanca al este de Afganistán, dificultando aun más la situación de los combatientes árabes y extranjeros atrapados por varios días en un cañón cubierto de maleza después de haberse desplazado de las cuevas de Al Qaeda.
Los aviones estadounidenses dieron un cerrado respaldo aéreo a los milicianos de la alianza —con las fuerzas especiales norteamericanas a la par para llamar a los ataques aéreos— que avanzaban por el valle Milawa en un ataque iniciado después de cumplirse el mediodía (06.30 GMT), el segundo plazo dado a los combatientes de Al Qaeda para que se rindieran.
Al anochecer del jueves, los bombarderos sigilosos B-52 sembraron con bombas las altas laderas montañosas cerca de la frontera pakistana, creando una espectacular vista con explosiones anaranjadas en la noche. Reanudaron los ataques con los AC-130 por tercera noche consecutiva.
Si no hubiera sido por las conversaciones para una rendición en los dos días pasados "esto ya habría terminado", dijo Hazrat Ali, jefe de seguridad de la alianza oriental. "Ahora volveremos a atacarlos hasta aniquilarlos".
Muchos milicianos de Al-Qaeda abandonaron el cañón en que llevaban atrapados tres días y se refugiaron en los bosques contiguos. Otros comandantes de la alianza indicaron que están decididos a aplastar al enemigo, en su mayoría árabes y otros extranjeros musulmanes.
"Las fuerzas de Al-Qaeda están a punto de ser liquidadas", dijo uno de los comandantes, que dijo llamarse Hamid. "No les quedan más alimentos ni municiones", agregó.
Hamid contó que el asalto del jueves fue ordenado después de ser evidente que los cabecillas de Al-Qaeda escaparon de la zona de Tora Bora y abandonaron la tropa, violando el último acuerdo de tregua.
Agregó que esos cabecillas podrían intentar pasar a Pakistán, cuya divisoria se encuentra a pocos kilómetros al su de las Montañas Blancas. Pero las autoridades paquistaníes dijeron que reforzaron la frontera con helicópteros y centenares de soldados para evitar incursiones de Al-Qaeda y evitar la posible fuga de bin Laden.
"Vigilamos la frontera ininterrumpidamente", dijo Aslam Khan, un soldado paquistaní destacado en el área. Además, varios tribeños paquistaníes dijeron que la nieve ha bloqueado casi todos los pasos que conducen a Tora Bora.
"Al parecer, hasta la naturaleza se ha vuelto contra Osama y sus amigos", dijo el tribeño Gul Zareen en el valle de Tirah, justo al otro lado de las Montañas Blancas.
En Washington, el secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld dijo que el Pentágono cree que bin Laden sigue en Afganistán, aunque reconoció que circulaban versiones que habría abandonado el país.
Indicó que Estados Unidos recogía "fragmentos de información" sobre bin Laden de los afganos, pakistaníes y otros. "Está oculto. Hemos pedido ayuda a todos".
Con respecto a los combatientes de bin Laden, Rumsfeld dijo que "no hay duda en mi opinión que varios miembros de Al Qaeda han cruzado varios puntos de la frontera e intentan seguir combatiendo e intentamos hallarlos y seguir peleando".
Parcialmente para convencer a los escépticos —en particular en Oriente Medio— que bin Laden fue el autor intelectual de los ataques terroristas del 11 de septiembre, el Pentágono difundió el jueves una grabación de video en el cual, el líder de Al Qaeda explicaba aspectos de la planificación de los secuestros suicidas.
"Nosotros habíamos previsto un cálculo" sobre el número de víctimas a raíz de los ataques, según muestra la grabación en la cual, bin Laden comenta a un jeque saudí que le visitó. El Pentágono dijo que el video fue hallado en una vivienda de Jalalabad y llevaba una etiqueta que indicaba que fue grabado el 9 de noviembre, un mes después que comenzaran los bombardeos estadounidenses contra Afganistán.