TORA BORA, Afganistán.- Osama Bin Laden puede haber escapado hacia Pakistán desde Tora Bora, donde se escondía con cientos de sus hombres en las cuevas de esa región del este de Afganistán, indicaron hoy fuentes de la Alianza del Norte.
Según Hayi Musá, lugarteniente del comandante Hazrat Alí, titular de Seguridad del gobierno regional autónomo de Afganistán oriental, “es muy factible que Bin Laden haya logrado pasar la frontera de Pakistán, que queda justo al lado sur de la “Sierra Blanca” (Spin Gar).
Para impedir que los militantes de Al Qaeda puedan pasar la frontera, la aviación estadounidense lanza misiles y potentes bombas llamadas “cortamargaritas”, que arrasan todos los árboles en un radio de 300 metros.
Bombarderos estadounidenses arrojaron hoy al menos diez bombas de gran potencia sobre la montaña Meelawa, que al igual que las cumbres próximas se encuentra ya cubierta de nieve en el comienzo del crudo invierno afgano.
Varias de las bombas cayeron a menos de 500 metros de un puesto de mando avanzado de las fuerzas “muyahidín” de la rama oriental de la Alianza del Norte, aparentemente con el objetivo de despejarles el camino en sus combates contra los militantes de Al Qaeda que no han logrado huir.
Los ataques aéreos ya no se dirigen contra el cuartel general de Al Qaeda en las montañas de Melaua, sino contra los lugares más arriba y más al este, por donde se supone que los seguidores de Bin Laden podrían pasar en su intento de huir hasta la cercana frontera de Pakistán.
El comandante de uno de los tres sectores en que los “muyahidín” han dividido la zona de operaciones, Hayi Zahir, aseguró anoche a EFE que “el cuartel general ya ha sido destruido” y que la tarea principal ahora consiste en dar caza a los grupos sueltos de terroristas.
Un oficial de los “muyahidín informó hoy de que “anoche tomamos seis túneles y búnkers y esta mañana cuatro más, y ahora nos quedan sólo dos por tomar”.
En las operaciones de anoche y esta mañana murieron ocho miembros de Al Qaeda, aunque ningún fue capturado con vida, mientras que no hubo bajas en las filas de los “muyahidín”, según la versión de Musá que después confirmó el comandante Zahir.
El comandante Zahir reconoció anoche a EFE que los bombardeos estadounidense ponen en peligro a sus hombres, ahora que están persiguiendo a los militantes de Al Qaeda, pero indicó que no pudo impedir que los ataques aéreos continuasen porque “nosotros somos sólo soldados y se trata de una decisión política”.
El último ataque “muyahidín” comenzó después de que no se cumpliera un acuerdo para la rendición de Al Qaeda anunciada el martes, y después de que fracasaran los intentos posteriores de los “ancianos” del este de Afganistán de negociar la entrega de los partidarios de Bin Laden.
Las negociaciones no tuvieron éxito porque los representantes de Al Qaeda pusieron como condiciones que se detuviesen los bombardeos estadounidenses y que representantes de Naciones Unidas vigilasen su entrega y se hiciesen cargo de los rendidos.
Al parecer, Estados Unidos rechazó ambas condiciones y, al mismo tiempo, algunas facciones de los “muyahidín” estaban convencidas de que se trataba de una maniobra para ganar tiempo y facilitar la huida de los dirigentes de Al Qaeda.