BRUSELAS.- Los líderes de la UE cerraron hoy, sábado, un acuerdo sobre la Declaración de Laeken relativa al futuro de Europa, y acordaron los términos para el lanzamiento de una Convención, aunque no todavía el nombre de su presidente, según informaron fuentes diplomáticas.
La Convención, que se encargará de preparar una nueva reforma de la UE en 2004, celebrará su sesión inaugural el 1 de marzo de 2002, bajo presidencia española de la UE.
Sus trabajos concluirán un año después, a tiempo para permitir que su presidente presente al Consejo Europeo los resultados de los debates, como muy tarde en junio de 2003. El Consejo Europeo de Laeken discute en estos momentos el nombre de la personalidad que deberá presidir la Convención.
Todos los países grandes, salvo el Reino Unido, apoyaron en un primer turno al ex presidente francés, Valery Giscard D’Estaign, dijeron fuentes diplomáticas.
La persona que presida la Convención estará asistida por un comité de dirección, o “presidium”, compuesto por el presidente y 8 miembros de la Convención.
Los ocho miembros serán los representantes de los gobiernos que ejercen la presidencia de turno del Consejo y la presidencia entrante, dos representantes de los parlamentos nacionales, dos del Parlamento Europeo y dos de la Comisión.
La Convención en sí estará integrada por 15 representantes de los jefes de estado o gobierno (1 por cada estado miembro), 30 miembros de los parlamentos nacionales (2 por estado miembro), 16 del Parlamento Europeo y dos representantes de la Comisión Europea.
Los países candidatos participarán plenamente en los trabajos de la Convención, con el mismo número de representantes que los estados miembros actuales, es decir, uno en nombre del gobierno y dos por el parlamento nacional.
Los candidatos participarán en las deliberaciones, pero no podrán impedir los consensos que se alcancen entre los estados miembros actuales.
La convocatoria de la Convención sobre el futuro de Europa constituye el tercer y último apartado de la Declaración de Laeken, lo primero que aprobaron los líderes esta mañana.
En los otros dos capítulos, titulados “Europa en la encrucijada” y “Los desafíos y las reformas en una unión renovada”, los líderes proclaman, por un lado, la necesidad de “cambiar de enfoque” en el proceso de integración europea, y por otro, enuncian los “tres desafíos fundamentales” que deberá resolver la reforma.
Dichos desafíos son cómo acercar a los ciudadanos, y en primer lugar a los jóvenes, hacia el proyecto europeo; cómo estructurar el espacio político europeo en una Europa ampliada; y cómo hacer de la Unión un factor de estabilización y una referencia en un mundo nuevo, multipolar.