ASUNCION.- Un saldo de 22 presidiarios muertos y al menos 50 heridos, 12 de ellos de gravedad, dejó este sábado un motín en la cárcel regional de Ciudad del Este, a 350 kilómetros de la capital paraguaya, informó la policía.
Según el informe oficial, el amotinamiento se inició al amanecer, cuando el jefe de seguridad de la cárcel, Juan Carlos Ojeda, resolvió iniciar una inspección sorpresiva.
El edificio carcelario, ubicado en una frontera con Brasil y Argentina, está diseñado para un máximo de 250 internos, pero albergaba hasta el sábado a 527.
Al entrar al primero de los dos pabellones de la prisión, Ojeda y un ayudante habrían sido amenazados por un interno acusado de homicidio, Simón Torres, tras ser descubierto en posesión de un arma blanca hechiza.
El jefe de seguridad disparó tres veces contra el presidiario, hiriéndolo de gravedad, lo cual soliviantó a los internos del pabellón, quienes echaron a los guardias e iniciaron una revuelta exigiendo la presencia de un fiscal.
Según la policía, los incendios se iniciaron alrededor de las 8 de la mañana (11.00 GMT), y se volvió incontrolable dos horas más tarde, mientras la policía intentaba localizar a la fiscal de guardia, Basiliza Vázquez.
"El problema fue que la fiscala no aparecía, y mientras el incendio se propagaba, la policía no se animaba a entrar sin orden de un fiscal", dijo a Reuters el fotógrafo Oscar Florentín, del matutino asunceño Noticias, quien fue testigo presencial del hecho.
"Un fiscal que no estaba de guardia tuvo que ordenar que un tractor particular arranque los barrotes de las ventanas del pabellón externo, para poder sacar a los heridos, pero muchos quedaron atrapados por el fuego o murieron asfixiados", añadió.
Según fuentes médicas, 15 de los 22 muertos fueron sacados calcinados, en tanto siete sufrieron asfixia. "De acuerdo a los informes que tenemos 11 heridos corren todavía riesgo de vida", dijo a Reuters el suboficial Miguel Ferreira, de la policía de Asunción.