BOGOTA.- El niño colombiano Andrés Felipe Pérez, cuyo padre se halla en poder de la guerrilla de las FARC, por cuya liberación habían clamado desde el Papa Juan Pablo II hasta líderes nacionales, falleció de cáncer este martes en un hospital de la localidad de Buga (suroeste), de acuerdo a lo informado por las fuente médicas del centro asistencial.
"El niño falleció debido a una falla cardio-pulmonar", dijo el portavoz del hospital de Buga (450 km al suroeste de Bogotá), el médico Javier Valencia, a la cadena privada Radionet de Bogotá.
Andrés Felipe Pérez había clamado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) que liberaran a su padre, el suboficial de la Policía Nacional José Pérez, quien permanece secuestrado hace 22 meses.
Pastrana: Otro "acto de insensatez"
El Presidente colombiano, Andrés Pastrana, dijo que las FARC cometieron un "acto de insensatez" al desoír el clamor del niño Andrés Felipe Pérez, fallecido hoy por la enfermedad terminal que sufría, para que liberara a su padre, un policía secuestrado por esa guerrilla.
Lo mínimo que los colombianos pedían a las FARC era que, por primera vez, hicieran un "gesto humanitario", afirmó Pastrana en Puerto Leguízamo, remota localidad del sur del país próxima a la frontera con Ecuador y Perú a la que viajó en visita oficial.
"Una vez más, vemos un acto de insensatez por parte de las FARC frente al dolor humano", enfatizó el gobernante, que a comienzos de diciembre se unió al clamor de Andrés Felipe.
Pastrana resaltó ante un auditorio militar en Puerto Leguízamo que "Andrés Felipe unió ese sentimiento nacional en contra de la violencia, de la intolerancia".
"También en la guerra existen las normas del derecho internacional humanitario", recordó el Presidente a las FARC, la primera guerrilla en importancia del país y con la que el Gobierno abrió en enero de 1999 un proceso de paz que los rebeldes han suspendido desde mediados de octubre pasado.
Pastrana resaltó que lo mínimo que pidieron el Gobierno y los colombianos a la organización insurgente era que, en el caso de Andrés Felipe, "expresara por lo menos, por primera vez, un gesto humanitario frente al dolor de una familia colombiana" afectada por el secuestro del padre y por la enfermedad terminal de un hijo.