PUERTO PRÍNCIPE.- La oposición haitiana afirmó hoy que el supuesto intento de golpe de Estado del pasado lunes por parte del partido oficialista Familia Lavalás fue un "montaje" con el propósito de "eliminar a los enemigos políticos".
Micha Gaillard, miembro del Congreso de los Movimientos Democráticos (KONAKOM) y uno de los portavoces de la plataforma opositora Convergencia Democrática (CD), dijo a EFE que el ataque al palacio presidencial haitiano fue organizado por militantes de Lavalás.
En el asalto al edificio, murieron dos agentes de la policía y un atacante y, posteriormente, dos transeúntes en los ataques de los activistas del oficialismo a sedes de las organizaciones opositoras, y propiedades de sus líderes.
Tras el ataque, adeptos al Gobierno rodearon el palacio presidencial y armados con machetes y armas de fuego salieron hacia las sedes de las organizaciones opositoras, que saquearon e incendiaron tanto en Puerto Príncipe como en otras ciudades del país.
También incendiaron residencias y dañaron propiedades de líderes de la oposición, aunque nadie resultó herido en los disturbios.
Gaillard denunció que diputados, alcaldes y otras personalidades del oficialismo dirigieron personalmente esos ataques, y expresó que "no se trató de un acto espontáneo de la población".
Opinó que las agresiones son una manera de "impedir la libre expresión democrática de la Convergencia Democrática y de los medios de comunicación".
De hecho, varios periodistas fueron agredidos y amenazados, así como medios de comunicación, durante los disturbios que siguieron al ataque al palacio.
El portavoz de CD aseguró que se utilizaron vehículos oficiales en los ataques de represalia, e incluso ofreció la matrícula del automóvil que supuestamente transportó a los vándalos que incendiaron la residencia de un líder de la plataforma opositora en Lillavois, al norte de la capital.
Gaillard comparó el supuesto "montaje" con el ataque el pasado mes de julio contra la academia de la Policía nacional, que también terminó con asaltos a sedes de la oposición.
Según Gaillard, el "golpe" fue "un plan con otros fines, para silenciar la oposición, la sociedad civil y los organismos de derechos humanos".
Agregó que espera que se sepa la "verdad", y afirmó que las negociaciones para solucionar la crisis política haitiana, surgida tras las fraudulentas elecciones de mayo de 2000, se han visto "comprometidas" con los últimos sucesos.
Mientras, el portavoz de Lavalás, Jonas Petit, felicitó a la base de la colectividad, las denominadas "petites familles" (pequeñas familias), por haber repelido la supuesta intentona de golpe de Estado.
Petit, que no censuró los ataques a las sedes de la oposición ni a las propiedades de sus líderes, calificó a los miembros de las organizaciones populares como "defensores de la paz", y felicitó al pueblo por "su capacidad de movilización".