PARIS.- El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic ha presentado una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra su detención en La Haya para ser juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por crímenes contra la humanidad, de guerra y genocidio.
La denuncia, un documento de 250 páginas, fue enviada ayer por fax a la sede del Tribunal de Estrasburgo, indicó hoy a EFE un portavoz, quien señaló que se trata de la primera que tramita la corte de alguien que está bajo el control de los jueces de la ONU.
El recurso, presentado contra Holanda, alega que su detención viola el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y en concreto los artículos que reconocen los derechos a la libertad y a la seguridad (5), a un proceso justo (6), a un recurso efectivo (13) y a la no discriminación (14).
Los abogados de Milosevic argumentan que la justicia holandesa ha conculcado sus derechos al declararse incompetente para tratar una denuncia de su defendido del 31 de agosto pasado ante un tribunal de distrito de La Haya, en la que solicitaba su liberación y su inmediata vuelta a Yugoslavia. Los magistrados dictaminaron que el reo no está bajo su jurisdicción, sino bajo la del TPIY.
La demanda del ex presidente yugoslavo, como todas las que recibe el Tribunal de Estrasburgo, tendrá que pasar un primer examen sobre su admisión a trámite, y sólo si lo supera se analizaría el fondo del asunto, indicó el portavoz.
Milosevic, primer ex jefe de Estado que será juzgado por el tribunal de la ONU, fue transferido a la prisión de Scheveningen, en las afueras de La Haya, el 29 de junio pasado, después de que el primer ministro serbio, Zoran Djindjic, autorizara su entrega contra la opinión del presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica.
Desde entonces, el antiguo jefe de Estado ha basado su defensa en el no reconocimiento del Tribunal de La Haya, por considerar que fue creado por el Consejo de Seguridad de la ONU y no por la Asamblea General, que representa a los 189 estados miembros.
La Fiscalía del TPIY le acusa del delito de genocidio por los presuntos crímenes de guerra ocurridos en Bosnia entre 1992 y 1995, y también de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en Croacia en 1991 y 1992 y en Kosovo en 1999.
