BUENOS AIRES.- El Presidente interino Adolfo Rodríguez Saá recibía el domingo duras críticas de economistas conservadores y elogios de especialistas de otras tendencias, por su anuncio de que la Argentina dejará de pagar su deuda externa.
Jorge Avila, del conservador Centro de Estudios Monetarios de la Argentina (CEMA), pronosticó que la realidad económica “va a triturar en poco tiempo” al nuevo mandatario, que gobernará hasta las elecciones de marzo.
Avila, sin embargo, dijo que la declaración de cesación de pagos “era previsible y enteramente comprensible. La Argentina está viviendo las consecuencias de un default desde octubre, cuando se anunció la voluntad de refinanciar unilateralmente los términos de la deuda”.
Rodríguez Saá, agregó Avila, “se va a someter a una trituradora y la realidad lo va a triturar en poco tiempo. En las próximas semanas deberá verle la cara a los Estados Unidos y a los acreedores externos. Ahora tendrá que escuchar a los asesores que le dirán cuál es la realidad tributaria, fiscal y creo que va a perder ese optimismo inicial, esa euforia”.
Otro conservador, Manuel Solanet, economista de la Fundación de Investigaciones Latinoamericanas (FIEL), comentó que “se ha vuelto a un peronismo demagógico y populista”.
“He quedado mal impresionado por el discurso del nuevo presidente. Me parece lamentable que la declaración de default se muestre como un acto positivo. Lamentablemente, tengo una opinión general de desaliento”, agregó.
Sin embargo, el economista Martín Redrado, de la Fundación Capital, se mostró de acuerdo con la suspensión de pagos de la deuda. Agregó que lo planteado por Rodríguez Saá “es una moratoria y no un default (cesación de pagos). Hay que asumir la realidad. La Argentina no podía pagar la deuda”.
El socialista Alejandro Rofman dijo a la AP que el anuncio de Rodríguez Saá “me parece correcto y la aceptación de la realidad. Si los fondos que se destinaban a ese objetivo van a seguros de empleo y formación laboral, se tratará de una atinada propuesta”.