BUENOS AIRES.- El jefe de la Policía Federal de Argentina, comisario Rubén Santos, denunciado en la justicia por la represión a la revuelta social con saldo de 29 muertos, renunció este domingo después de la asunción de Adolfo Rodríguez Saá como presidente.
La noticia del alejamiento de Santos fue comunicada a la prensa por el flamante secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez.
Santos enfrenta dos denuncias en la justicia federal por crímenes y excesos, por lo cual el pasado jueves tuvo que declarar ante la jueza María Servini de Cubría, quien le impide salir del país, bajo el cargo de violencia policial al contenr a los revoltosos.
Además, se vio obligado a abandonar precipitadamente el recinto de la Cámara de Diputados Congreso el viernes, al ser repudiada su presencia por legisladores cuando pretendía participar de la Asamblea que aceptó la renuncia de Fernando de la Rúa a la presidencia.
El jefe policial había pedido “disculpas por los excesos” ante el premio Nobel de la Paz y titular del Servicio de Paz y Justicia, Adolfo Pérez Esquivel y otros representantes de organismos defensores de derechos humanos.