TOKIO.- El Primer Ministro japonés dijo el lunes que el hundimiento de un misterioso buque el fin de semana, posiblemente una nave espía norcoreana, con un saldo de dos muertos y 13 desaparecidos, se justifica y subraya la necesidad de reforzar la seguridad.
Junichiro Koizumi elogió a la guardia costera por perseguir y acorralar la nave la noche del sábado. Pero dijo que la persecución de seis horas fue demasiado prolongada.
Insinuó que las rígidas leyes japonesas de autodefensa obstaculizaron la acción de los guardacostas y limitaron la coordinación con otras fuerzas armadas como la armada.
"Debemos examinar nuestras necesidades de manera legal y realista", dijo Koizumi, y añadió que se debe pensar en mejorar el armamento. "La nave tenía alta capacidad de fuego y estaba fuertemente armada".
La constitución pacifista de Japón limita el uso de la fuerza a la autodefensa y obliga a los efectivos a permanecer en territorio japonés.
La Guardia Costera dio a conocer imágenes en vídeo en la que la nave no identificada parece disparar un cohete a los botes artillados japoneses, uno de los cuales recibió 168 disparos, dijeron oficiales del servicio.
"Disparamos en legítima autodefensa y creo que tomamos las medidas apropiadas", dijo el jefe de operaciones regionales de la Guardia Costera, Tetsuo Yokoyama.
El buque naufragó a los pocos minutos. No estaba claro si lo hundió el fuego japonés o su propia tripulación, pero según un informe, un marinero japonés observando a través de un lente de visión nocturna, vio cómo los tripulantes detonaban un artefacto explosivo.
Hasta el lunes se había rescatado los cuerpos de dos de sus aproximadamente 15 tripulantes. El resto seguían desaparecidos. Tres marineros japoneses sufrieron heridas leves.
Los buques japoneses empezaron la persecución de la nave extranjera, en apariencia un pesquero, cuando desoyó la orden de detenerse para una inspección. La nave huyó y se hundió en el Mar Oriental de la China, cerca de aguas territoriales chinas.
