NUEVA DELHI/ISLAMABAD.- La India apeló el viernes por apoyo internacional para su propia guerra contra el terrorismo, pero prometió encargarse de los militantes musulmanes establecidos en Pakistán con o sin ayuda extranjera.
Mientras la India y Pakistán concentraban más tropas en su frontera e intercambiaban sanciones, Estados Unidos exhortaba a conversaciones de paz y el ministro del Interior de la India, Lal Krishna Advani, dijo que la lucha contra el terrorismo no termina con Osama bin Laden.
“Quisiera decir a las naciones que los problemas que están tratando de resolver no están relacionados con un solo hombre o un solo país”, dijo el ministro, en referencia a Bin Laden y Afganistán.
“Este problema surge del integrismo... y por lo tanto tenemos que combatir a los integristas. Y por eso queremos decir que la lucha esta vez será tal que no estará dirigida contra ningún país, sino a una victoria decisiva contra el terrorismo”.
Advani dijo que la India recibirá con agrado un apoyo internacional, “pero sino, tampoco nos preocuparemos”.
Con elecciones en varios estados indios en febrero, el gobierno enfrenta presiones de los políticos y gran parte del público para asumir una fuerte postura con Pakistán.
Fuerzas indias y paquistaníes intercambiaron disparos durante la noche en la línea de tregua que divide el estado norteño de Cachemira, en la Cordillera del Himalaya, y foco de las disputas más recientes entre estas nuevas potencias nucleares.
Este tipo de enfrentamientos están ocurriendo diariamente, a pesar de las nueves de invierno que dificultan las operaciones militares.
Los temores a la guerra están afectando intensamente a los mercados financieros de la India, donde la rupia cayó el viernes a mínimos sin precedentes y las acciones cayeron a su nivel más bajo en seis semanas.
La India acusa a Pakistán de una guerra indirecta al apoyar a militantes islámicos establecidos en territorio paquistaní que luchan contra el dominio indio en Cachemira, el único estado de la India de mayoría musulmana.
Nueva Delhi ha pedido a Pakistán que cierre las actividades de dos grupos separatistas cachemiros a los que atribuye un ataque suicida al parlamento el 13 de diciembre.
Concentración de tropas en la frontera
Pakistán niega que da apoyo a los separatista cachemiros y ha detenido al líder de uno de los dos grupos y congelado los activos del otro.
Sin embargo, la India dice que estas medidas son solamente para hacer creer al mundo que Pakistán está reprimiendo a los militantes y no ha descartado sus propias operaciones militares contra los separatistas en vecino país, lo que ha aumentado los temores de una nueva guerra entre ambas naciones.
Las dos partes están trasladando tropas y equipos, como tanques, aviones y artillería, a las zonas fronterizas en la mayor concentración de este tipo en 15 años. Los residentes aterrados han huido de las líneas del frente.
La India y Pakistán han librado tres guerras, dos a causa de Cachemira, desde la creación de ambos estados en 1947.
El primer ministro Atal Behari Vajpayee, con elecciones en el mayor estado indio y otros tres en febrero, está bajo presiones de su propio partido y gran parte de la población para emprender acciones contra los militantes establecidos en Pakistán.
“El pueblo indio no aceptará ningún compromiso hasta que la amenaza del terrorismo no sea firmemente erradicada y Pakistán ponga fin a la guerra indirecta”, dijo K.N. Pradeep en una carta al director del periódico del periódico The Hindu.
Si las encuestas indican que el Partido Bharatiya Janata de Vajpayee está perdiendo popularidad, sus compañeros podrían comenzar a desertar de una ya frágil coalición, lo que forzaría a convocar a elecciones nacionales anticipadas.