BUENOS AIRES.- Presionado por una crisis económica y política que derivó en violentas protestas populares, el presidente provisional de Argentina, Adolfo Rodríguez Saá, intentaba definir hoy medidas de emergencia y un nuevo perfil de su Gobierno.
Para elaborar un nuevo plan gubernamental el mandatario prefirió un alejado centro turístico, sobre la costa atlántica, donde la tarde de este domingo se reunió a puerta cerrada con los principales dirigentes de su partido, el mayoritario Justicialista o peronista.
Sin embargo la cumbre del presidente y los gobernadores que se realizaba en Chapadmalal (sur) pasó a cuarto intermedio la tarde del domingo y continuará el lunes en Buenos Aires, anunció un portavoz del titular del Senado, Ramón Puerta.
La reunión, anunciada para las 15:00 locales (18:00 GMT), se había iniciado con más de una hora de atraso, con sólo cinco de los 14 mandatarios provinciales invitados.
El aplazamiento posibilitará que los ausentes participen el lunes del encuentro en la capital argentina, ya que no habrían podido llegar a la localidad veraniega (420 Km. al sur) por razones climáticas, aseguró el vocero Alejandro Barrionuevo.
Algunos gobernadores habían manifestado su intención de no acudir a la cita, por las tensiones existentes en el partido Justicialista (PJ, peronista).
Mientras llegaban los gobernadores que acudieron hoy a Chapadmalal, unas pocas decenas de habitantes de esa localidad veraniega realizaron un caceroleo en las puertas de la residencia.
Los peronistas, cuyas pugnas internas suelen alcanzar ribetes de asuntos de Estado, pretenden definir "tres o cuatro medidas de emergencia" para tratar de revertir la grave crisis económica y social, según anticipó el senador Eduardo Duhalde, uno de los principales referentes partidarios.
También requieren la renovación del gabinete de ministros y secretarios, que el sábado presentó en pleno la renuncia luego de que en las manifestaciones frente a la Casa Rosada, la sede del Gobierno, la ciudadanía les acusara de haber participado en actos de corrupción.
Los dirigentes peronistas, según dejaron trascender, plantearán a Rodríguez Saá que desista de crear una tercera moneda, "el argentino", medida que anunció en su primer discurso como presidente provisional el pasado domingo 20 tras haber sido designado por la Asamblea Legislativa.
"El argentino nació muerto", sentenció Duhalde, después de una reunión que economistas del peronismo celebraron el sábado con directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA), la principal cámara empresaria del país, que la semana pasada presentó un denominado "plan económico de crecimiento sostenido".
Los economistas del partido recomendaron que, en lugar del "argentino", el Gobierno emita nuevos bonos LECOP por 3.300 millones de dólares para auxiliar las alicaídas economías de las provincias y que también flexibilice el llamado "corralito", que limita la extracción de dinero de cajas de ahorro y depósitos bancarios.
El Gobierno considera que el "corralito" bancario es la principal causa del malhumor de la ciudadanía, lo cual llevó al presidente provisional a solicitar la apertura de bancos el lunes, en horario especial pese al festivo de Fin de Año, para el pago de remuneraciones de los trabajadores y jubilados.
La elección de Chapadmalal, a unos 450 kilómetros de Buenos Aires, como sede de la "cumbre" peronista no fue casual, ya que los dirigentes partidarios no quieren asumir el riesgo de deliberar rodeados por una manifestación popular.
Los "cacerolazos", como se denominan las movilizaciones donde la población sale a las calles batiendo como un tambor utensilios domésticos, forzaron hace 10 días la renuncia de Fernando De la Rúa a la Presidencia del país y el sábado desencadenaron la primera crisis del Gobierno provisional.
Rodríguez Saá "tiene buena voluntad, pero no un equipo que acompañe sus ideas", por lo cual "debe elegir personas conocidas por su experiencia de gobierno y no por su prontuario", destacó hoy Carlos Ruckauf, otro referente del peronismo y gobernador de la provincia de Buenos Aires.
"No doy nombres de los impresentables. Todos los conocen. Son resabios del pasado", destacó.
Rockauf aludió así a Carlos Grosso, un ex intendente (alcalde) de la ciudad de Buenos Aires que soportó numerosas denuncias de corrupción administrativa y que al asumir el lunes pasado como asesor presidencial dijo que había sido elegido por su "inteligencia" y no por su "prontuario".
Pero Grosso tuvo que dimitir el viernes por la noche, tras una ruidosa movilización popular que clamó en la histórica Plaza de Mayo por su inmediata renuncia y también la de todos los jueces de la Corte Suprema y de otros funcionarios sospechados de enriquecimiento ilícito.
Rockauf, quien podría pedir licencia como gobernador de Buenos Aires para asumir interinamente la jefatura del Gabinete nacional de Ministros, calificó de "realmente serio" el plan económico que la UIA presentó junto con dirigentes de otros sectores productivos y de la CGT, la principal central obrera.
"No sólo hay que declarar el cese de pagos de la deuda pública (como lo hizo Rodríguez Saá), sino también el cese de pagos de la deuda privada. El país necesita que las divisas queden acá para desarrollar un vigoroso plan de crecimiento", agregó.
El gobernador Rockauf y sus colegas peronistas Néstor Kirchner y José Manuel de la Sota ya se han postulado para los comicios del 3 de marzo próximo, donde los argentinos deberán elegir al presidente que complete el mandato, hasta finales de diciembre del 2003, que dejó sin terminar De la Rúa.