LIMA.- Al menos 236 personas fallecieron, 35 desaparecieron y 160 resultaron heridas al estallar la noche del sábado un incendio en un centro comercial de Lima donde se vendían artículos pirotécnicos, informó este domingo el coronel del Ejército Rubén Ibáñez, director de la II Región del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).
Ibañez dijo que los cuerpos de los 236 personas muertas ya fueron recuperadas por brigadas especializadas de Defensa Civil y trasladadas a la morgue de Lima para iniciar su identificación.
Indicó que la labor de detectar los cadáveres en las tiendas que están a punto de derrumbarse se realiza a través de una cámara de video que puede ver en la oscuridad y luego el equipo de brigadistas ingresa a recuperar a los fallecidos.
El jefe de II Región de Defensa Civil informó que en una tienda de apenas dos metros y medio se encontró 30 cadáveres.
"Posiblemente ingresaron asustados a ese lugar en busca de protección pero la gran cantidad de humo que invadió las galerías los asfixió y luego llegó el fuego", dijo.
El coronel Ibánez dijo que era difícil determinar el número de muertos que arrojará el incendio del sábado en la noche, pero que la labor de los brigadistas de Defensa Civil en búsqueda de cadáveres se encuentra casi en un 80%.
Por su parte, la Fiscal de la Nación Nelly Calderón, dijo a la prensa que son 25 los fiscales que se encuentra en la zona devastada por el incendio a fin de trabajar a lado de los brigadista de Defensa Civil y de la policía nacional.
El dantesco incendio se originó a las 19H30 local (00H30 GMT) en una tienda ubicada en una densa y tugurizada zona comercial de Mesa Redonda en el centro histórico de Lima, en angostas calles de Andahuaylas y Cusco, donde se concentran como hormigas los vendedores ambulantes de productos pirotécnicos.
La zona estaba repleta de público a la hora en que se inició el siniestro. De acuerdo a testigos, el incendio empezó en una de las tiendas de la galería de Mesa Redonda donde se vendían ilegalmente artefactos pirotécnicos artesanales.
Según testimonios recogidos por las prensa y la policía los vendedores estaban probando algunos artefactos y repentinamente vino el caos. El incendio se desató en una hora de gran afluencia de público, que asistía a los locales para comprar fuegos artificiales y otros productos vinculados con los festejos de fin de año.
Uno de los principales problemas que afrontaron los bomberos fue la falta de agua, y también instalaciones clandestinas de energía eléctrica que contribuyó a que el fuego se extendiera rápidamente a otras tiendas, dijo un vocero de los bomberos.
Gobierno cubrirá costos de las muertes en el incendio
El presidente peruano Alejandro Toledo anunció el domingo que "el gobierno a partir de este momento asume la responsabilidad de cubrir los costos de las pérdidas personales de todas las víctimas fallecidas en el incendio de un centro comercial de Lima que dejó hasta el momento un saldo de 180 muertos".
El jefe del Estado, tras recorrer parte de la zona devastada por el incendio, anunció también que queda prohibido producir o importar objetos pirotécnicos y aseguró que la policía realizará una exhaustiva investigación para determinar las causas de la desgracia que ha conmocionado al país.
"Quiero anunciar a las personas que han sufrido daños personales, a todos los damnificados que han sufrido daños personales, que mi gobierno a partir de este momento asume la responsablidad entera para cubrir los costos de las pérdidas personales de todas la víctimas fallecidas", dijo.
Sostuvo que a través de la estatal Beneficiencia Pública, se cubrirá todos los
gastos de los daños personales.
Esta medida se suma a la que tomó el gobierno la noche del sábado en declarar dos días de duelo nacional cuando se conoció la desgracia que enluta a miles de familias peruanas.
El presidente Toledo dijo en ese momento que el duelo regirá desde el domingo y envió sus condolencias a los familiares de las numerosas familias afectadas, según un comunicado oficial.
El siniestro se produjo por el estallido de fuegos artificiales en una tugurizada zona comercial del centro de Lima la noche del sábado.