SYDNEY.- Una tormenta eléctrica provocó unos veinte nuevos incendios en el estado de Nueva Gales del Sur, que se suman al más del centenar que azotan esta región del sureste australiano desde el día de Navidad.
Un portavoz del Servicio de Bomberos Rurales del estado de Nueva Gales del Sur, Cameron Wade, confirmó hoy a la emisora local "ABC" que la tormenta eléctrica ha afectado a las localidades de Lismore, Grafton Glen Innis y Tenterfield.
Sin embargo, y pese a los rayos que cayeron anoche en la región noroccidental de Nueva Gales del Sur, ninguna comunidad o hacienda de los alrededores ha sido afectada por los incendios.
Wade indicó que una brigada de bomberos ya ha sido enviada a la zona para extinguir los incendios, cuya trayectoria depende de la velocidad del viento, que se espera que aumente en las próximas horas.
"Cuando la intensidad de los vientos aumente en el área, entonces comprobaremos cómo evoluciona el fuego en la región", agregó el portavoz de los bomberos rurales.
Por otro lado, el centenar de frentes que siguen activos en los alrededores del centro urbano y el estado de Nueva Gales del Sur se mantiene en alerta roja, aunque los bomberos han conseguido contener las llamas dentro de los límites marcados por los cortafuegos.
Las condiciones meteorológicas han acompañado en las últimas 72 horas a los efectivos de bomberos y voluntarios que luchan desde el pasado día de Navidad contra múltiples incendios en las proximidades de Sydney.
Pero, aunque las temperaturas han sido más bajas de lo previsto y los vientos han soplado con menos fuerza, las previsiones de la Oficina de Meteorología indican una ausencia de lluvias, altas temperaturas y viento en los próximos cinco días.
Además, y según anunció la policía de Nueva Gales del Sur, algunos de los múltiples fuegos que siguen amenazando Sydney desde el norte, el sur y el oeste son consecuencia de la acción de pirómanos.