NUEVA DELHI.— India reaccionó escéptica el lunes al arresto en Pakistán del líder del grupo militante islámico acusado de perpetrar el reciente ataque contra el Parlamento indio.
Mientras, los combates transfronterizos entre las dos rivales nucleares del sur de Asia se reanudaron provocando la muerte de por lo menos dos soldados indios.
En distintos incidentes, nueve militantes y un soldado murieron también cerca de Srinagar, la capital de verano de la disputada región de Cachemira.
Hafiz Saeed, quien hasta la semana pasada era líder del grupo Lashkar-e-Tayyaba, fue arrestado la noche del domingo en Islamabad, informaron el lunes funcionarios del Ministerio del Interior paquistaní. Saeed fue acusado de pronunciar discursos sediciosos y de incitación a la violencia, según the Associated Press of Pakistan.
"India requerirá verificar en forma independiente la autenticidad de lo que Pakistán ha dicho", declaró la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nirupama Rao.
"Hemos pedido a Pakistán que tome medidas significativas y resueltas contra el terrorismo", dijo a AP.
"El arresto del jefe de los militantes fue por pronunciar discursos sediciosos contra Pakistán. Aquí lo importante es el terrorismo", agregó.
Rao dijo que India prepara una lista de personas que están en Pakistán y son buscadas en la India por presuntos actos terroristas y criminales. Tal lista será entregada a Islamabad.
El arresto de Saeed ocurre en un momento en que se agravan las tensiones entre ambos países a consecuencia del ataque suicida del 13 de diciembre contra el Parlamento indio. Ambos países han enviado refuerzos a sus fronteras y se han declarado en pie de guerra.
India acusa a la agencia de espionaje paquistaní de la autoría intelectual del atentado. Catorce personas murieron, incluidos los seis militantes, que según el gobierno de Nueva Delhi eran paquistaníes.
India sostiene también que los grupos Lashkar-e-Tayyaba y Jaish-e-Mohamed, con base en Pakistán, realizaron el atentado. Pakistán dice que India no ha ofrecido evidencias.