KANDAHAR.— Los ex ministros de defensa y justicia y varios líderes del derrocado régimen del Talibán se rindieron al nuevo gobierno afgano pero se les dejó en libertad y no serán entregados a Estados Unidos, afirmó el miércoles un comandante de Kandahar.
Jalal Khan, estrecho allegado al gobernador de Kandahar Gul Agha, dijo a The Associated Press que se les concedieron los beneficios de una amnistía general después de reconocer al nuevo gobierno interino en Kabul encabezado por el primer ministro Hamid Karzai.
Khan agregó que se les permitió regresar a sus hogares y reunirse con sus familias.
"Los que se rindieron son nuestros hermanos y les hemos permitido vivir en paz. No serán entregados a Estados Unidos", dijo Khan. "Sin embargo, no participarán en política".
Entre ellos se encuentran los que fueron ministro de Defensa, mulá Ubaidula, y Noorudin Turabi, el ministro de Justicia tuerto y cojo.
Ubaidula era allegado a Osama bin Laden y aprobó el establecimiento de los campamentos de entrenamiento terrorista, Además, al parecer aprobó las operaciones de al-Qaida y podría saber el paradero de bin Laden y el líder espiritual del Talibán, el mulá Mohamad Omar.
Turabi ideó algunos de los edictos más represivos del Talibán, especialmente los relacionados con las mujeres. Creó además la temida policía religiosa, que recorría las calles y azotaba a las mujeres cuya vestimenta no era la adecuada según los integristas y a los hombres que se recortaban la barba o el cabello en violación a la ley islámica según la interpretaba Turabi.
Otros son Abdul Haq -ex jefe de seguridad de la provincia de Herat, un antiguo enclave cultural en el que nunca fue aceptada la visión islámica del Talibán-, el ministro de Minas y Energía, el mulá Saadudin, y los funcionarios Raees Abdul Wahid, Abdul Salam Rakti, y Mohamad Sadiq.
Por otra parte, el ministro del Interior Younus Qanooni indicó el miércoles que los hombres armados tendrán que abandonar Kabul en las próximas 72 horas o serán encarcelados.
Funcionarios del ministerio de inteligencia en Kabul no formularon comentarios el miércoles sobre la supuesta rendición y amnistía. En Kandahar, Khan dijo que cumplían la política general de conceder amnistía a los talibanes que reconociesen el gobierno de Karzai.
Las negociaciones sobre la rendición de ex dirigentes talibanos han frustrado a la coalición encabezada por Estados Unidos, particularmente la aparente fuga la semana pasada del jefe supremo del Talibán, el mulá Mohamed Omar, pese a haber estado rodeado en el distrito montañoso de Baghran.
El teniente naval James Jarvis, en una sesión informativa diaria en el aeropuerto de Kandahar, donde hay más de 300 prisioneros de al-Qaeda y Talibán, no manifestó objeciones a la liberación de ex funcionarios talibanes.
"No estamos en el negocio de determinar quién debe estar en custodia y quién no en estos momentos", dijo Jarvis.
En Washington, el jefe del estado mayor, general Richard Myers, dijo el martes que las tropas estadounidenses que están completando sus operaciones en la zona afgana de Tora Bora, cerca de la frontera con Pakistán, capturaron a dos altos miembros de la red al-Qaida, con sus computadoras y teléfonos celulares.
Myers agregó que también se hallaron algunas armas ligeras y manuales.
Los dos capturados, que fueron hallados el lunes en un grupo de 14 supuestos miembros de al-Qaeda, fueron enviados inmediatamente al centro de detención en Kandahar.
Las operaciones estadounidenses se han desplazado de Tora Bora a la región de Zawar Kili cerca de Khost, en la provincia de Paktia, sede de un antiguo campo de entrenamiento de al-Qaeda y lugar de concentración para una posible huida de combatientes a Pakistán.
Grupos de fuerzas especiales de Estados Unidos están en el lugar, el mismo donde el viernes murió un soldado "boina verde" en una emboscada.