TOKIO.- El ex presidente peruano auto-exiliado en Japón desde hace 14 meses, Alberto Fujimori, salió hoy a la luz pública en una universidad de Tokio para impartir una conferencia en la que puso su experiencia como ejemplo en la lucha antiterrorista.
Con fuertes medidas de seguridad y mientras un puñado de manifestantes, incluidos peruanos, gritaba a las puertas del centro "Fujimori regresa a casa", el ex dirigente apareció en el salón de actos de la universidad Takusoku ante 300 estudiantes y otras tantas personas que llenaron la sala, incluida prensa local e internacional y funcionarios de la Cancillería.
El acto fue su primera aparición pública desde que en noviembre de 2000 llegara por sorpresa a Tokio en la cúspide del escándalo de sobornos que protagonizó su asesor Vladimiro Montesinos y que le llevó a renunciar a la jefatura del Estado peruano desde la lujosa habitación de un hotel tokiota.
En su disertación de hora y media como profesor invitado, Fujimori no hizo alusión alguna a su situación actual como un ciudadano con nacionalidad japonesa, reconocida por el Gobierno nipón en diciembre de 2000, ni a los motivos de su dimisión o las razones para no regresar a Perú.
Fujimori dedicó la mayor parte del tiempo a resaltar, en su habitual estilo enfático, el desolador panorama social, político y económico que existía en Perú al iniciar su mandato presidencial en 1990.
Según dijo, recibió un "país en llamas", atemorizado y dominado por los grupos terroristas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que no pudieron ser derrotados por presidentes respaldados por partidos políticos anteriores a él, y que se apoderaron de las calles y de las universidades.
Acusó a los gobiernos anteriores de "picar" únicamente en el anzuelo de la lucha militar antiterrorista y olvidarse de los frentes político, social e ideológico, a los que él sí se volcó en su estrategia que, según afirmó, logró pacificar el país en 1995.
Al anunciar la próxima aparición, en febrero, de su primer libro "Mis armas contra el terrorismo", Fujimori ofreció las lecciones de Perú y otros países agredidos por el terror para que sirvan de ejemplo, y recomendó estar preparado para dar la respuesta adecuada en el momento preciso.
"Es un error esperar una solución inmediata. El terrorismo es una guerra de desgaste a largo plazo y bajo esa perspectiva debe ser concebido, en mi opinión, por los Estados y la opinión internacional para tener éxito", aseguró.
El ex presidente afirmó que los ataques terroristas en EE.UU. del pasado 11 de septiembre han llevado a muchos países afectados por la agresión terrorista a contemplar, como parte de las legislaciones de emergencia, la aplicación de la justicia militar.
"En el Perú de los 90 y con una lógica similar se tuvo que implementar ese tipo de proceso", dijo al explicar que los procesos de la justicia civil contra terroristas convictos y confesos de su país no funcionaban por las amenazas de muerte que se vertían a familiares de las víctimas y togados.
Fujimori no perdió la oportunidad para arremeter contra el actual Ejecutivo peruano al decir que los políticos se han olvidado de los 10 años de su gobierno que cambiaron la historia de Perú y alcanzaron la tan ansiada paz, y añadió que ahora le someten a una persecución política.
"Los riesgos para un presidente no terminaron con el fin del terrorismo y las nuevas autoridades políticas, y los ciudadanos, olvidando las circunstancias en que se llevó a cabo la pacificación, iniciaron una ofensiva contra quienes posibilitaron la paz", dijo.
Una estudiante de la facultad de Comercio, Kazumi Saito, de 20 años, dijo a EFE que se sentía "conmocionada" al conocer qué hizo el terrorismo en Perú, pero añadió que no imaginaba "qué pueden sentir los peruanos al ver a quien fue su Presidente viviendo en Japón con otra nacionalidad".
Al ser preguntados por los motivos que llevaron al centro a invitar a Fujimori como profesor especial, representantes de la universidad Takusoku se limitaron a declarar que "en Japón se respeta la libertad de expresión".
Una hora más tarde las organizaciones no gubernamentales Peace Boat y Amnistía Internacional convocaron una conferencia de prensa para protestar por la presencia de Fujimori en un centro educativo, pese a las numerosas acusaciones de violación de derechos humanos que penden sobre el ex mandatario.