BUENOS AIRES.— Haciendo sonar cacerolas, sartenes y tapas de ollas, más de un millar de manifestantes exigieron el jueves frente a los tribunales la renuncia de todos los jueces de la Corte Suprema, a los que acusaron de favorecer al gobierno.
"Argentina reclama justicia, fuera la Corte Suprema", gritaban los manifestantes al ritmo de golpes contra el metal, sirenas y encendidos aplausos.
Los "desarmados" improvisaron como vehículo de protesta latas de gaseosas y hasta señales de tránsito que encontraron en la plaza ubicada frente al Palacio de Tribunales.
Esta es la segunda vez en menos de un mes que manifestantes reclaman la dimisión de los nueve integrantes del máximo tribunal por sus vinculaciones con el ex mandatario peronista Carlos Menem.
Durante su mandato, entre 1989 y 1999, Menem amplió de cinco a nueve el número de integrantes de la Corte.
La decisión, que despertó fuertes críticas y se topó con el rechazo de varios dirigentes políticos, fue interpretada como una maniobra con la que Menem buscó asegurarse respaldo judicial a las medidas de su gobierno.
Incluso uno de los integrantes del máximo tribunal fue socio de Menem en su estudio de abogacía.
La manifestación fue convocada por la Asociación de Abogados Laboralistas bajo el lema "¡Que se vayan!".
"Nuestros gobernantes tienen que saber que están controlados por un Poder Judicial independiente, honesto, inflexible en la defensa de los derechos constitucionales de los ciudadanos. Algo que esta Corte no garantiza", dijo la Asociación en un comunicado difundido a la prensa.
A la protesta también se unieron también grupos de derechos humanos y particulares que pasaban por allí y que decidieron expresar su descontento.
La manifestación, que se desarrolló en forma pacífica, obligó a la
policía a custodiar la entrada a los tribunales.