KANDAHAR, Afganistán.- Con los caudillos y bandidos estableciendo feudos en todo Afganistán, las tropas de Estados Unidos comenzaron el viernes a desarmar a las milicias locales, mientras los primeros prisioneros de guerra volaban en camino del campamento de detención en la Base de Guantánamo.
Los primeros 20 prisioneros de Al Qaeda y el Talibán en poder de las fuerzas estadounidenses salieron de Afganistán el jueves por avión, encadenados, afeitados, en medio de grandes medidas de seguridad mientras disparos hostiles se escuchaban al norte del aeropuerto de Kandahar, donde abordaron el vuelo hacia Cuba.
En Washington, el Presidente George W. Bush aconsejó a Irán que no diera refugio a miembros de la organización Al Qaeda del líder islámico de origen saudita Osama bin Laden que han huído de Afganistán y le advirtió que no desafiara al nuevo gobierno interino afgano.
Sin embargo, el paradero de Bin Laden y su protector, mullah Muhammad Omar, el líder del Talibán, seguía siendo un misterio.
Las tropas estadounidenses comenzaron a desarmar a elementos guerrilleros en el poblado de Spin Boldak, fronterizo con Pakistán, dijeron los testigos.
El comandante local de Spin Boldak, Gud Fida Mohammad, dijo a Reuters que miembros de seguridad de Gul Agha, el gobernador de la provincia de Kandahar, y algunos de sus hombres desarmaron a muchos de los milicianos el jueves por la noche en la ciudad.
"La operación se extenderá también a otras áreas adyacentes", agregó.
Un reportero de la agencia Reuters observó a dos soldados de Estados Unidos cuando entraban en un punto de control establecido por un grupo miliciano cerca de la frontera con Pakistán mientras un tercer soldado quedó de guardia en el exterior.
Pocos minutos después, los soldados salieron con alrededor de 16 fusiles Kalashnikovs que colocaron en su vehículos.
El gobierno interino del líder afgano Hamid Karzai ordenó la salida de Kabul de todos los hombres armados y dijo que es una meta reimponer la seguridad en el país devastado por la guerra, donde caudillos rivales tomaron territorios en las semanas que siguieron a la caída del Talibán.
Confusión y financiamiento
Fuerzas especiales estadounidenses fueron emplazadas en más regiones de Afganistán a pesar de que la ley y el orden parecían desplomarse.
La confusión sobre la rendición de al menos un ministro del Talibán y un arreglo local para liberarlo plantearon dudas sobre el control del gobierno interino fuera de la capital y la función de los caudillos locales en la persecución de los dirigentes del desaparecido movimiento integrista islámico.
El sonido de armas de fuego se escuchó el jueves en la base aérea cerca de Kandahar, antiguo bastión del Talibán y donde los militares estadounidenses embarcaron a los primeros 20 detenidos en combate hacia la Base de Guantánamo.
Los prisioneros fueron enviados en dos grupos de 10, vestidos en overoles naranja, encadenados y afeitados, dijo la cadena de televisión CNN. Las barbas, obligatorias cuando el régimen del Talibán, fueron rasuradas por razones higiénicas, informaron los militares estadounidenses según CNN.
Algún fuego de armas de pequeño calibre fue dirigido contra las tropas estadounidenses después de despegar el avión, pero no se disparó contra la nave, explicó a Reuters el mayor Brad Lowell, un portavoz del Comando Central de Estados Unidos en la ciudad de Tampa, Florida.
La razón del tiroteo se desconocía hasta el momento.