BUENOS AIRES.- El ex presidente argentino Carlos Menem advirtió que la devaluación del peso argentino "constituye una gravísima equivocación estratégica" que aumentará la pobreza en el país, que hoy estrena un mercado libre de cambios.
Menem subrayó que el abandono de la política de paridad cambiaria del peso con el dólar, que él puso en marcha durante su gestión en la década de los años 90, será "un golpe mortal contra la estabilidad económica y la inserción
internacional" de Argentina.
"Se incrementará aún más los ya elevadísimos índices de pobreza y marginalidad", puntualizó en un aviso pagado que publica hoy el diario de negocios "Ambito Financiero".
Consideró además que el fin del "uno a uno" entre el peso y el dólar supone "una reducción de los salarios de los trabajadores" y "beneficia, en cambio, a las eternas minorías privilegiadas, que tienen depositados sus ahorros en el exterior".
Las operaciones con divisas se reanudarán hoy al cabo de 22 días de interrupción con la aparición de un mercado libre de cambios y de otro regulado por el gobierno para el comercio exterior y el giro de fondos al extranjero.
El tipo de cambio regulado es de 1,40 pesos por dólar lo que supone una depreciación de la moneda argentina del 28,57 por ciento frente al nivel de 39,5 que se pronostica para el mercado libre.
El fin de semana pasado, el Parlamento aprobó un paquete de leyes que autoriza al gobierno de Eduardo Duhalde a abandonar la política de convertibilidad o paridad cambiaria entre el peso y el dólar que se puso en marcha en abril de 1991, durante el gobierno de Menem.
Eduardo Duhalde, del Partido Justicialista (peronista) que lidera Menem, cambió el modelo con el apoyo de la Unión Cívica Radical y del Frente del País Solidario, fuerzas que formaban la Alianza que apoyaba a Fernando de la Rúa, quien renuncio a la jefatura del Estado el 20 de diciembre último en medio de un estallido social.
Carlos Menem sostuvo que las estructuras del peronismo de la provincia de Buenos Aires, que Duhalde gobernó entre 1991 y 1999, "han tomado el poder" en Argentina para evitar un drástico ajuste económico en ese estado, el más rico del país.
"El resultado de esta medida es que una vez más las provincias argentinas van a financiar el déficit de Buenos Aires, por ello devaluar fue una decisión política y no una necesidad impuesta por los acontecimientos como se pretende argumentar", subrayó.
El ex presidente hizo un llamado a "todo el peronismo, sin distinción de límites geográficos y más allá de corrientes internas" para impulsar "decididamente un drástico cambio de rumbo que permita recrear nuevamente la confianza en Argentina".