NUEVA DELHI.- India acogió favorablemente este domingo la decisión del Presidente paqustaní, Pervez Musharraf, de prohibir las organizaciones islamistas extremistas, pero advirtió que estas intenciones tienen que materializarse para que disminuya la tensión entre las dos potencias nucleares que se encuentran en pie de guerra.
"Acogemos con satisfacción el compromiso declarado (por Pakistán) de no permitir la utilización de su territorio ni apoyar el terrorismo en ningún sitio del mundo, incluido el Estado indio de Jammu y Cachemira", declaró el ministro de Relaciones Exteriores indio, Jaswant Singh.
El personero añadió en su rueda de prensa que este compromiso del jefe de Estado paquistaní sería juzgado en virtud de la aplicación de "acciones concretas" contra "el terrorismo transfronterizo", origen de la crisis actual.
"El descenso de la tensión en la frontera depende completamente de las medidas que adopte Pakistán para hacer operativas las decisiones anunciadas por Musharraf en su discurso", añadió.
El ministro descartó toda mediación internacional en el conflicto de Cachemira, que enfrenta a India y a Pakistán desde la independencia del territorio en 1947, después de que el Presidente Musharraf invitara a Estados Unidos a desempeñar un "papel activo".
"No hay lugar para la implicación de una tercera parte", dijo Singh, retomando la postura tradicional de Nueva Delhi.
A pesar de que los ejércitos de los dos países continúan enfrentandose en un lado y otro de la frontera, el ministro declaró que India estaba dispuesta a demostrar su reciprocidad y dar al Presidente paquistaní el tiempo necesario para poner en marcha su política.
"Por cada medida que adopte Pakistán, nosotros adoptaremos dos. Tenemos que tener paciencia. No podemos esperar una acción inmediata", dijo.
El Presidente Musharraf anunció en su discurso la prohibición de cinco grupos extremistas, entre ellos dos movimientos considerados por India como responsables del ataque el pasado 13 de diciembre contra el Parlamento de Nueva Delhi.
Este incidente, el más espectacular de una serie de atentados en India y en Cachemira, puso a los dos rivales al borde de una nueva guerra. "Si el gobierno de Pakistán pone en marcha sus intenciones y actúa para acabar con el terrorismo transfronterizo, nosotros estamos dispuestos a reanudar un diálogo", añadió el jefe de la diplomacia india.
En otras partes del mundo el discurso de Musharraf también fue bien acogido, sobre todo por Estados Unidos, Europa y Naciones Unidas.