JERUSALEN.- El canciller israelí, Shimon Peres, y otros miembros del gabinete criticaron, este domingo, al ejército de Israel por destruir decenas de viviendas de refugiados palestinos en la Franja de Gaza.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que 93 familias, o cerca de 600 personas, quedaron desamparadas el jueves después que el ejército israelí destruyera más de 20 viviendas en el campamento de refugiados Rafah, en el sur de Gaza.
"La destrucción de viviendas da una mala imagen de nosotros en los medios de comunicación. En asuntos de destrucción de casas debemos tener mucho, mucho cuidado", dijo Peres a Radio Israel.
El ejército israelí dijo que destruyó 21 casas que fueron abandonadas por las personas que la ocupaban y que fueron usadas posteriormente por pistoleros para atacar a sus soldados.
Sin embargo, palestinos que trataban de recuperar sus pertenencias de entre los escombros dijeron que ellos estaban pagando el precio por una incursión que realizó el miércoles a través de la frontera el grupo militante islámico Hamas, que mató a cuatro soldados en el sur de Israel.
El ministro del Transporte, Ephraim Sneh, un miembro del partido Laborista de centro izquierda de Peres, dijo que tenía previsto cuestionar en la reunión ministerial de los domingos si las demoliciones eran realmente necesarias.
Otro ministro del partido Laborista, el general retirado Matan Vilnai, dijo a la emisora radial que aceptaba las razones de seguridad detrás de la acción, pero expresó que Israel debió haber sido más suave.
El jefe militar israelí en la Franja de Gaza, el brigadier Yisrael Ziv, dijo a Radio del Ejército que las demoliciones no dejaron a nadie desamparado.
Ziv enfatizó que los reportes que digan lo contrario son parte de la "manipulación de la Autoridad Palestina".
