MOSCU.- El Presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy, en la víspera de una crucial visita a Polonia, que Stalin fue un dictador, pero elogió sus méritos en la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
"Desde luego, Stalin fue un dictador, de eso no caben dudas, pues se guió en gran medida por el deseo de conservar su poder personal, lo que explica muchas cosas, en mi opinión", dijo Putin en una entrevista a la cadena de televisión polaca TVP recogida por los medios en Moscú.
Pero matizó que "sería estúpido obviar" que precisamente bajo el liderazgo de ese mismo "dictador" la URSS "ganó en la Segunda Guerra Mundial", que comenzó tras el reparto de Polonia entre Stalin y Hitler mediante el llamado pacto secreto Molotov-Ribbentrop.
"Aquella victoria en gran medida está relacionada con su nombre", dijo el líder ruso, quien un año antes de entrar la URSS en la Segunda Guerra Mundial exterminó a 15.000 oficiales polacos en el bosque ruso de Katyn.
Aunque la matanza de los oficiales polacos, con un tiro en la nuca, ocurrió a mediados de marzo de 1940, no fue descubierta hasta 1944, cuando los nazis encontraron las tumbas colectivas en la región de Smolensk, a 350 kilómetros al oeste de Moscú.
Hasta ahora, se han identificado unas 4.500 víctimas de la masacre, que la URSS siempre atribuyó a los alemanes y que Rusia sólo asumió oficialmente a principios de la década pasada.
Putin, en su entrevista, hizo el gesto de elogiar la figura del Papa Juan Pablo II y dijo que en Moscú sienten "especial orgullo por el hecho de que sea el primer representante de los pueblos eslavos y un polaco" al frente de la Santa Sede.
Sobre el asunto pendiente de un viaje de Karol Wojtyla a Rusia, Putin dijo que "no hay problemas" y él puede "invitarlo en cualquier momento", pero se escudó en los recelos de la Iglesia Ortodoxa Rusa ante tal visita y dijo: "eso, lamentablemente no depende de mí".
El número uno del Kremlin subrayó que el Papa mismo desea obtener antes el visto bueno a su visita del Patriarca ruso, Alexis II, quien acusa a la Iglesia Católica de "proselitismo" y de un expansionismo agresivo en "territorios canónicos" de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
El Presidente ruso inicia el miércoles una visita oficial a Polonia para relanzar una relación dañada por el ingreso del antiguo aliado de Moscú en la OTAN, cuya ampliación al este de Europa el Kremlin ve con grandes recelos.
Putin llega a Polonia esta noche desde París en la primera visita en ocho años de un Presidente ruso y que Moscú hizo coincidir con el 56 aniversario de la liberación de Varsovia de las tropas nazis por parte del Ejército soviético en la Segunda Guerra Mundial.
La visita es respuesta a la que el Presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, realizó a Moscú en julio del 2000 y de la que, tras reunirse con Putin, dijo que permitió "romper el hielo" en las hasta entonces estancadas relaciones políticas bilaterales.
El influyente semanario político "Novedades de Moscú" sugirió que Putin haga en Varsovia algún "gesto simbólico" que la sociedad polaca pudiera recibir como un acto de constricción por los crímenes del pasado y como un signo de reconciliación.
El rotativo subrayó que en Polonia sigue vivo el recuerdo de los crímenes del estalinismo y "muchos creen que el Ejército Rojo les trajo no sólo la liberación del nazismo, sino también deportaciones, elecciones falsificadas, una economía deformada y colas".
Es de aquella "sovietización" de la que Polonia y otros países de Europa del Este, tras caer el imperio soviético, buscaron ampararse en el seno de la OTAN y con su aproximación decisiva a la Unión Europea, enfatizó el semanario liberal ruso.