BUENOS AIRES.- El presidente de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), Eduardo Escassany, dijo hoy que los entidades bancarias tienen una "gran responsabilidad" en la crisis del país, pero que no son las únicas responsables.
"Los bancos tenemos una gran responsabilidad, pero también formamos parte de un todo. No se puede decir que los problemas argentinos son de los bancos. Los problemas de los argentinos son por los argentinos", consideró Escassany, que también preside el Banco Galicia, el más importante de los privados.
Se trata de las primeras declaraciones de un dirigente de la banca privada acerca de las acusaciones y del malestar generado hacia el sector financiero desde que a comienzos de diciembre se limitó el uso de efectivo y de fondos bancarios y se congelaron los depósitos a plazo para evitar una desestabilización del sistema.
Desde entonces, numerosas oficinas bancarias en Argentina han sido blanco de las iras de los opositores a esas medidas y, según emisoras de radio, Escassany fue abucheado hoy a la entrada del lugar donde se celebra la primera ronda del proceso de concertación social lanzado por el Gobierno del peronista Eduardo Duhalde.
Duhalde advirtió el martes que el llamado "corralito financiero" es una "bomba de tiempo" que hay que manejar con cuidado porque puede estallar, lo que, según dijo, ocurriría si todos los que tienen cuentas o depósitos se presentaran a retirar sus fondos.
Tras señalar que "el Gobierno está haciendo las cosas razonablemente bien" en una situación difícil, Escassany reconoció que no habría fondos si se levantaran todas las restricciones y se presentaran en los bancos todos los clientes para llevárselos, como "ocurriría en cualquier país del mundo", pues ese dinero está colocado en préstamos e inversiones, y no inmóvil.
El titular de ABA desestimó que pueda haber una aportación individual de los bancos para reponer los depósitos, porque "dependen de la ley de entidades financieras".
En relación con las denuncias de que algunos bancos se llevaron dinero ilegalmente del país, lo que está siendo investigado por la justicia y el Parlamento, reconoció que, aun con el "corralito", "es probable que se hayan fugado capitales argentinos hacia el exterior".
"Eso debe ir a la Justicia y debe ser investigado. No he conversado con otros banqueros, pero puede ser", admitió.
La jueza María Servini de Cubría, que investiga la presunta fuga de capitales, dijo hoy a Radio Mitre que ese tipo de operaciones se hicieron y que incluso pueden seguir "hasta el día de hoy".
Escassany se refirió a la concertación que impulsa el Gobierno, en cuya primera ronda participó hoy junto a otros banqueros, y consideró que su sector puede hacer "una aportación importante como uno de los sectores de mayor peso dentro de la sociedad, porque no hay ningún país en el mundo que pueda funcionar sin un sistema financiero".
Finalmente, Escassany exhortó a toda la comunidad a respetar la ley y pidió al Banco Central que encuentre soluciones "para todos y no para algunos".
Después de que ayer se registraran hechos vandálicos contra oficinas bancarias en varios puntos de Argentina, en el barrio de Liniers, en la capital argentina, se hizo hoy el primer "corralito humano", como lo llamaron sus organizadores.
Cientos de vecinos y comerciantes se manifestaron haciendo sonar cacerolas y otros utensilios de cocina alrededor de los bancos para reclamar sus depósitos.
Según datos oficiales, los argentinos tienen más de 100.000 millones de dólares en el exterior y a causa de las restricciones bancarias hay atrapados en el sistema financiero local cerca de 48.000 millones de dólares y 18.400 millones en pesos.