PARIS.- Un año y medio después del accidente del Concorde de la compañía aérea Air France, ocurrido el 25 de julio de 2000, con 113 muertos, el informe final de la investigación del siniestro, publicado este miércoles en París, concluye que la tragedia se debió a que el aparato pisó en la pista de despegue una lámina metálica que había caído de otro avión, lo que desencadenó el siniestro.
Sin embargo, la Oficina francesa de Investigación de Accidentes Aéreos (BEA), que elaboró el informe de 400 folios, también censuró notorias fallas en las labores de mantenimiento de los aviones supersónicos de Air France, aunque aseguró que esas deficiencias no contribuyeron a desatar el desastre del Concorde.
En menos de dos minutos después del despegue, la nave se incendió y cayó sobre un hotel en el suburbio parisino de Gonesse, cerca del aeropuerto Charles de Gaulle. Los pasajeros, entre ellos 97 alemanes, volaban a Nueva York, desde donde pretendían realizar un viaje a bordo de un crucero de lujo hacia el Caribe.
El informe confirma que la causa principal del accidente fue el hecho de que el Concorde había pasado durante el despegue sobre una pieza metálica de 43 centímetros proveniente de un avión DC-10 de la compañía estadounidense Continental Airlines, que había levantado vuelo poco antes en la misma pista del aeropuerto Charles de Gaulle.
El contacto con la pieza metálica causó el reventón de una rueda del Concorde, partes de la cual se estrellaron contra un ala en que se encontraba incorporado un tanque de combustible, que se rompió a causa del impacto. El queroseno salido del tanque se incendió, con las conocidas consecuencias catastróficas.
Si bien el avión tenía una sobrecarga de una tonelada, este factor no influyó de modo decisivo en el desarrollo de la maniobra de despegue, sostiene el informe de la BEA.
Entre las fallas de mantenimiento, la BEA señaló un deficiente manejo de los datos, la falta de archivo de determinados documentos y errores en el despacho de equipajes.
Según los investigadores, el mito que rodeaba al Concorde desde su nacimiento, en la década de los sesenta, hacía que los equipos de mantenimiento tuvieran un exceso de confianza en la infalibilidad de la nave supersónica. Ello explica por qué no se adoptaron medidas correctivas ni siquiera tras acumularse ochenta casos de desperfectos relacionados con las ruedas de los Concorde.
El informe recomienda, entre otras medidas, la verificación regular de las pistas, un examen más frecuente de las ruedas y la instalación en los aparatos de un sistema que video que permita a los pilotos verificar también el estado de los componentes no visibles del avión.
"No hay nada nuevo en este informe", dijo un portavoz de Air France. "El verano pasado se realizó una auditoría de los procedimientos de la firma, se hicieron recomendaciones y la mayoría ya se han implementado".
A raíz del accidente de París se suspendieron los vuelos de los Concorde de Air France y British Airways entre París, Londres y Nueva York. Los vuelos no se reanudaron hasta el pasado 7 de noviembre, con aviones técnicamente perfeccionados.
La compañía Air France había estimado en al menos 150 millones de dólares el monto total de los daños económicos causados por el siniestro. Se calcula que los pagos de indemnizaciones a los aproximadamente 700 deudos de las víctimas del accidente ascienden a casi 170 millones de dólares.