TULKARM.- Israel destruyó el viernes un complejo de seguridad palestino y cerró aún más su cerco en torno a Yasser Arafat, después de que un militante palestino mató a seis personas en una fiesta judía.
El nuevo ciclo de violencia y represalias empujó nuevamente a ambas partes hacia la intensificación del conflicto de 15 meses, que esfuerzos estadounidenses y europeos han ayudado a calmar, pero nunca han logrado un alto el fuego duradero.
El ataque de represalia israelí en la ciudad cisjordana de Tulkarm causó la muerte de un policía e hirió a 40 personas.
Según testigos, las tropas israelíes mataron a otro palestino durante una pelea cerca del cuartel general de Arafat en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Al menos 809 palestinos y 246 israelíes han muerto desde que comenzó la rebelión palestina contra la ocupación israelí en septiembre de 2000.
Antes del amanecer del viernes, aviones F-16 lanzaron misiles contra el principal complejo de los servicios de seguridad palestinos en Tulkarm, reduciéndolo a escombros.
El Ejército israelí dijo que la incursión aérea fue una respuesta al ataque en la norteña ciudad israelí de Hadera la noche del jueves, que fue condenado por la Autoridad Palestina.
El hombre penetró en un salón de fiestas donde se celebraba el cumpleaños de una niña judía y comenzó a disparar contra la multitud con un fusil automático, matando a seis personas e hiriendo a 33 antes de ser abatido a balazos por la policía.
La Unión Europea condenó el ataque de Hadera, calificándolo de "brutal e injustificado", al igual que hizo el Presidente estadounidense, George W. Bush.
Bush "cree que el presidente (de la Autoridad Palestina) Arafat (...) debe demostrar que tiene el deseo y la voluntad y la capacidad de desmantelar a las organizaciones terroristas", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Imágenes de video del ataque obtenidas el viernes por Reuters capturaron el espeluznante momento cuando los invitados se escondían debajo de las mesas, gritaban o corrían para escapar del tiroteo.
Los invitados dominaron al atacante
Invitados a la fiesta saltaron sobre el asaltante, lo golpearon y lo arrastraron a la calle, donde un policía lo mató a tiros.
"El terrorista arruinó el día más feliz de mi vida", dijo Nina Kardashova, la niña que estaba siendo festejada, al diario israelí Maariv.
Seis personas murieron, en su mayoría inmigrantes rusos, en el primer ataque de envergadura en Israel desde que Arafat declaró una tregua hace un mes bajo intensa presión internacional para que pusiera fin a una ola de atentados suicidas.
Las Brigadas de Mártires Al-Aqsa, un grupo armado vinculado a la facción Fatah de Arafat, se atribuyeron el ataque y dijeron que fue una represalia por el asesinato el lunes de uno de sus dirigentes, y anunciaron nuevos atentados.
Por su parte, el Ejército israelí dijo en una declaración que paracaidistas, efectivos de infantería y vehículos blindados habían "cerrado el círculo" en Ramallah y estaban emplazados en varias áreas bajo Gobierno palestino en y alrededor de la ciudad.
"Los tanques israelíes prácticamente han ocupado ahora cerca del 55 por ciento del pueblo", dijo Mustafa Barghouthi, un activista de derechos humanos radicado en Ramallah.
Israel ha mantenido a Arafat confinado a la ciudad cisjordana desde diciembre, tras una serie de ataques palestinos contra los israelíes, pero ha dicho que no tiene intención de derrocarlo o hacerle daño.
Arafat no evita que militantes de Fatah y otras organizaciones terroristas realicen ataques contra Israel", dijo en una declaración el ministro de Defensa israelí, Binyamin Ben-Eliezer.
"Por eso ordené el rodeo y cierre de ciudades palestinas, y otras medidas", agregó.
Antes del ataque en Hadera, el ejército reforzó los bloqueos a cinco ciudades en Cisjordania y la Franja de Gaza. Los palestinos califican estas medidas como castigos colectivos.