LONDRES.- Parlamentarios británicos han criticado la concentración de supuestos miembros del grupo terrorista Al Qaeda en la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba, según declaraciones publicadas hoy por la prensa en Londres.
Al mismo tiempo, otros parlamentarios se interrogan sobre el papel de oficiales del servicio secreto británico, que están dentro de un grupo de funcionarios consulares que desean entrevistarse con tres ciudadanos británicos presos en esa base estadounidense.
En una conversación con el embajador de Estados Unidos en Londres, William Farish, la comisión de derechos humanos de la Cámara Baja británica pretende exigir que los que se hallan como presos en Guantánamo sean reconocidos como prisioneros de guerra según la Convención de Ginebra.
“Si la cuestión de si se trata de prisioneros de guerra es controvertida, entonces debería ser dilucidada por un tribunal y no por el secretario de defensa norteamericano Donald Rumsfeld”, declara hoy la presidente de la comisión, la laborista Ann Clwyd, al diario “The Independent”.
La opinión es compartida por la comisaria de Naciones Unidas para los derechos humanos, mientras Estados Unidos considera a los prisioneros como “combatientes irregulares” que no gozan de la protección de la Convención de Ginebra.
El portavoz en política exterior de la oposición Demócrata Liberal, Menzies Campbell, pidió que se aclarara informaciones de prensa según las cuales los presos británicos serán visitados no sólo por funcionarios consulares que les informarán sobre sus derechos y les ofrecerán ayuda.
Campbell considera legítimo el interrogatorio de los miembros de Al Qaeda por agentes del servicio secreto, pero sostiene que éstos deben ser separados de las conversaciones con funcionarios consulares.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores se abstuvo hoy de confirmar si agentes del servicio secreto participa en el grupo de funcionarios que interroga a los prisioneros.
Tres de los más de cien presos llevados a Guantánamo se dicen ciudadanos británicos.
Sobre la tarea de los funcionarios, dijo el portavoz que éstos “identifican a los ciudadanos británicos, informan sobre su estado y respaldan a las autoridades estadounidenses en la investigación de las atrocidades terroristas”.
Un portavoz del primer ministro Tony Blair dijo: “Queremos claridad sobre las circunstancias en que vive esta gente, pero creemos también que Estados Unidos tiene derecho a interrogar a estos prisioneros para impedir nuevas acciones terroristas. Y haremos todo lo posible para ayudar en esto”.