TOKIO/KABUL.- Naciones ricas prometieron más de 1.500 millones de dólares para comenzar un largo proceso de reconstrucción en Afganistán, mientras los organismos de ayuda lanzaban una campaña dentro del país para salvar a miles de afganos de la hambruna.
En Washington, el secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que una falla mecánica provocó la caída de un helicóptero militar en Afganistán, matando a dos marines, y defendió el tratamiento que Estados Unidos está dando a los prisioneros de guerra en su base naval de Guantánamo, en Cuba.
Ante un mundo pendiente de la reconstrucción de Afganistán, los países industrializados reunidos en Tokio prometieron grandes sumas de dinero en ayuda al devastado país, fondos que según el líder afgano, Hamid Karzai, se necesitan urgentemente.
“Yo me presento ante ustedes como el ciudadano de un país que ha vivido muchos años sin nada más que destrucción, guerra, brutalidad y privaciones”, dijo Karzai en una conferencia de prensa.
El líder afgano dijo que necesitaba dinero rápidamente para establecer su gobierno y rescatar a un país donde la expectativa de vida es 44 años y uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir cinco años.
“Aunque entendemos los requisitos de procedimientos para la ayuda internacional, lamentablemente hemos visto pocas señales de la comunidad internacional en responder a nuestras necesidades urgentes”, agregó.
La Unión Europea, Japón, Arabia Saudita y Estados Unidos revelaron sus multimillonarias promesas ante delegados de más de 60 países y organizaciones.
Expertos en ayuda humanitaria estiman que la reconstrucción de Afganistán requerirá de por lo menos 15.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
En Afganistán, funcionarios de las Naciones Unidas dijeron que por lo menos 700.000 personas enfrentan hambruna y se hallan expuestas a la inclemencia del invierno.
“Hay personas muriendo”, dijo el coordinador regional de la ONU, Leslie Oqvist. “Estamos haciendo mucho, pero sigue siendo menos de lo que se necesita”.
Oqvist dijo que solamente en el suroeste hay 200.000 personas desplazadas internamente y en riesgo de morir tras varias décadas de guerra y cuatro años de sequía.
Estados Unidos, que lanzó su campaña contra el terrorismo después del atentado del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, dijo que este año fiscal aportará 296 millones de dólares en ayuda a Afganistán.