BUENOS AIRES.- Miles de argentinos volvieron este jueves a tomar las calles de varias localidades del país para exigir empleo y rechazar las restricciones bancarias que mantienen acorralado su dinero.
En la cordillerana provincia de Neuquén, unos 1.200 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires, 6.000 personas marcharon por el centro de la capital en reclamo de la liberación de dos líderes de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE), uno de los gremios más poderosos del país.
De la marcha participaron varios sindicatos, entre ellos el de docentes -que ha amenazado con no iniciar las clases en marzo- y el de obreros de la construcción.
En la ciudad costera de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de esta capital, 2.500 manifestantes marcharon pidiendo empleo.
La caravana -que reclamó 15.000 planes de trabajo- recorrió los puntos neurálgicos de la ciudad, uno de los distritos turísticos más importantes de Argentina.
En Buenos Aires, algo más de 200 comerciantes y vecinos del barrio de Mataderos realizaron un "cacerolazo" frente a varios bancos, a los que acusaron de "ladrones" por quedarse con sus depósitos.
Golpeando ollas y cacerolas, los manifestantes clausuraron simbólicamente las entidades bancarias colocando fajas de seguridad en sus puertas con la leyenda "clausurado por falta de pago".
Mientras tanto, en el centro de la ciudad comenzaba la concentración de personas frente al Palacio de Tribunales, donde está previsto un "cacerolazo" en contra de las restricciones bancarias y en rechazo a los jueces de la Corte Suprema, a los que se acusa de beneficiar los intereses del gobierno.
Desde diciembre rige en Argentina el sistema de restricciones bancarias llamado popularmente "corralito", que limita el retiro de dinero en efectivo de los depósitos.
El "corralito", que fue dispuesto por el gobierno del renunciado Fernando de la Rúa para impedir el derrumbe de los bancos, agravó aún más la crisis económica al dejar sin liquidez a los ahorristas, lo que afectó el consumo.
La economía argentina no crece desde hace 43 meses, lo que ha disparado el desempleo al 18,3% y ha sumido en la pobreza a un tercio de los 36 millones de habitantes.
La crisis fue el desencadenante de las protestas sociales que marcaron el fin del gobierno de De la Rúa y que se han intensificado en los últimos días.
Según el Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, centenares de manifestantes cortaban por la tarde ocho rutas y autopistas de la provincia.
