BUENOS AIRES.- El gobierno advirtió que será "inflexible con los violentos", ante la posibilidad de que se produzcan este viernes desbordes y disturbios con motivo del "cacerolazo nacional" programado para protestar contra el llamado "corralito bancario".
Por primera vez, desde que el "cacerolazo" el 19 de diciembre obligó a renunciar al Presidente Fernando de la Rúa, los vecinos de los distintos barrios de la ciudad y sus suburbios se unirán en una demostración general, que culminaría frente a la Casa de Gobierno.
"Todos aquéllos que quieran expresarse que lo hagan, pero tengan cuidado con los infiltrados y los violentos. La gente no debe permitir que los violentos se infiltren en las manifestaciones", dijo el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli.
Los "cacerolazos", protagonizados fundamentalmente por la clase media, la más castigada por las restricciones bancarias, suelen ser demostraciones ruidosas, pero pacíficas. Sin embargo, a menudo son aprovechados por pequeños grupos violentos para realizar desmanes, que comprenden ataques contra sedes gubernamentales y sucursales bancarias, incendios y robos.
Medidas de seguridad
El gobierno organizó un "operativo especial, importante" de fuerzas de seguridad para evitar desbordes en el "cacerolazo", anticipó el vocero presidencial, Eduardo Amadeo.
El portavoz del Presidente Eduardo Duhalde dijo que las medidas especiales de seguridad responden a que "preocupa" la posibilidad de que "alguien quiera hacer de esto un "viernes negro"", en el sentido de que pudiera haber manifestaciones violentas.
Amadeo indicó que a raíz de anteriores experiencias se teme que también esta noche se infiltren en las manifestasciones "personas que conocen el lenguaje de la violencia" y, por ello, "el gobierno va a poner los límites".
Según el canal de televisión "Todo Noticias", la seguridad, entre otros edificios públicos, será reforzada en la Casa de Gobierno, en el Congreso, frente al Palacio de Tribunales, donde se han reiterado los "cacerolazos" multitudinarios y espontáneos en los últimos días, reclamando la renuncia de los miembros de la Corte Suprema.
También habrá dispositivos especiales de seguridad delante de las sedes de algunas embajadas, como la estadounidense, y en algunas sedes bancarias, agregó el canal televisivo.
Los jefes de la policía federal y de la gendarmería nacional (policía militarizada de fronteras) dijeron el viernes que estiman probable que se produzca la "infiltración" de elementos violentos durante las manifestaciones.
Tanto el comisario Roberto Giaccomino, jefe de la policía, como el comandante general Hugo Miranda, titular de la Gendarmería, exhortaron a la población a realizar "manifestaciones un poco más chicas y más de entrecasa", al tiempo que pedían a sus participantes colaborar con las fuerzas de seguridad para resguardar el orden.
Giaccomino recomendó a los vecinos que quieran salir a manifestar con sus cacerolas, que se comuniquen previamente con la seccional policial de su barrio "para que en los lugares donde lo hagan, lo realicen libremente, sin ninguna clase de problemas. Lo que menos quiere la policía federal es reprimir. Nosotros restablecemos el orden. Pedimos a Dios y a la ciudadanía para que no ocurra esto", expresó.
El comandante Miranda, por su parte, dijo que "estos grupos de gente que vienen a ejercitar la violencia como forma de expresión logran impunidad y cobardemente se cobijan tras un número importante de personas que van a protestar de buena fe".