BUENOS AIRES.- El Banco Central argentino seguirá interviniendo en el mercado cambiario para reducir la brecha entre el valor de la moneda local en el mercado oficial y en la plaza libre, pero no se emitirán pesos en forma desordenada, dijo hoy el director de la entidad, Aldo Pignarelli.
"Mientras exista este régimen de cambio, siempre el Banco Central va a tener un stock de intervención. A veces vamos a tener que comprar, por ahora hemos estado vendiendo y comprando en comercio exterior", explicó.
El gobierno de Eduardo Duhalde eliminó el régimen monetario de convertibilidad que por una década ató al peso con el dólar en relación uno a uno, y creó un sistema cambiario dual en el que coexiste una cotización oficial de 1,40 peso por dólar y otra en la que la moneda flota libremente.
Desde el 11 de enero, cuando comenzó a operar el mercado libre del peso, la moneda cayó hasta los 2,30 pesos por dólar, pero luego el Banco Central con sus intervenciones logró equilibrarlo en un nivel en torno a 1,75 por dólar.
"No sobran reservas, estamos justos, pero el mercado está equilibrado, nos están ingresando divisas por exportaciones y también hay particulares que está vendiendo su tenencia de dólares en el mercado, con la suma de esas dos ofertas se ha logrado un equilibrio en el mercado libre de cambios", dijo.
Consultado acerca de si la intención del banco es acercar la cotización del peso libre al peso oficial, Pignanelli dijo "eso sería lo ideal".
Emisión sin respaldo
El nuevo sistema cambiario obligó a modificar el rol del Banco Central, y el Congreso aprobó esta semana unos cambios en la carta orgánica de la entidad, que ahora está habilitada a emitir billetes.
Aún no se estableció la regla monetaria que indicará qué cantidad de pesos se podrá imprimir, pero el Central deberá informar al Congreso cada año a cuánto ascenderá esa cifra y qué nivel de inflación espera.
Pignanelli intentó calmar a los analistas al negar que la emisión fuera a ser masiva.
"Una emisión desordenada sería una política nefasta para el país, entraríamos en una zona de turbulencia. El hecho de que la ley le permita al Banco Central intervenir en el mercado monetario no significa empapelar al país" con pesos, dijo el funcionario.
El gobierno prevé para este año un déficit fiscal de 2.700 millones de pesos (1.928 millones de dólares), y los analistas dudan cómo hará el Tesoro para financiar ese desequilibrio cuando el país se declaró en cesasión de pagos sobre su deuda pública, lo que cortó definitivamente el crédito externo.