BUENOS AIRES.- El secretario argentino de Seguridad, Juan José Alvarez, mostró hoy su satisfacción por el operativo desplegado para mantener el orden en la "cacerolada" de anoche en Buenos Aires, que derivó en enfrentamientos entre policías y manifestantes y se saldó con la detención de 68 personas.
Alvarez confirmó en una rueda de prensa que 68 personas fueron detenidas y que diez policías federales están heridos, dos de ellos de "mayor gravedad", aunque sin correr riesgo, debido a contusiones en la cabeza que se produjeron por los choques entre agentes y manifestantes.
El funcionario también dijo que hay varios civiles heridos que no presentan lesiones "de consideración".
Miles de personas se manifestaron anoche en la Plaza de Mayo de Buenos Aires y en distintas ciudades del país haciendo sonar sus cacerolas, en protesta por la retención de sus ahorros en los bancos y contra el gobierno de Eduardo Duhalde, los políticos y los jueces de la Corte Suprema.
En la capital argentina la protesta transcurrió pacíficamente y bajo una fuerte lluvia, hasta pasada la medianoche, cuando inesperadamente la policía comenzó a dispersar a los manifestantes en la Plaza de Mayo, lo que causó enfrentamientos entre ambas partes.
Alvarez dijo que los incidentes de anoche fueron "menos importantes de lo que se podía haber imaginado comparado con hechos anteriores", en referencia a similares protestas anteriores que fueron mucho más violentas, como las que forzaron la renuncia de los antecesores de Duhalde, Fernando de la Rúa, el 20 de diciembre, y Alfonso Rodríguez Saá, el 30 de diciembre.
El secretario de Seguridad sostuvo que "siempre" es posible mejorar las acciones de las fuerzas de seguridad para preservar el orden, pero en general se consideró satisfecho con el operativo policial.
Según dijeron portavoces policiales a las agencias de prensa, los agentes tuvieron que responder al ataque de un grupo de personas que arrojaron piedras y otros objetos contundentes en la Plaza de Mayo, cuando la mayoría de la gente ya se había dispersado.
Pero las personas que se encontraban en el lugar denunciaron a la prensa que recibieron balas de goma y gases lacrimógenos que provinieron "en forma directa de la policía" sin que hubiera mediado agresión alguna de los manifestantes.
Alvarez afirmó que expertos de la policía federal analizan "filmaciones de los medios periodísticos y propias" para determinar la eventual responsabilidad de los miembros de esa fuerza en los incidentes.
Por su parte, el jefe de la Policía Federal, comisario Roberto Giacomino, afirmó que los agentes reprimieron en la Plaza de Mayo y los alrededores al ser agredidos por "pequeños" grupos.
"Al culminar la manifestación pacífica comenzaron a converger esos pequeños grupitos y arrojaron (contra los policías) petardos y hierros con puntas", dijo.
