WASHINGTON.- En un intento por zanjar la discusión sobre la situación legal de los detenidos que Estados Unidos retiene en Guantánamo, el presidente George W. Bush insistió en que no serán considerados prisioneros de guerra, ya que son "asesinos" al margen de convenciones internacionales.
El vacío legal de los prisioneros que EE.UU. tiene en Guantánamo, adonde van a reanudarse los traslados desde Afganistán, es objeto de cada vez mayores discusiones, tras informarse de que el secretario de Estado, Colin Powell, había pedido que fueran considerados prisioneros de guerra y se beneficiaran de los derechos que concede la Convención de Ginebra.
Bush estudió hoy la definición legal de los detenidos durante una reunión con su Consejo de Seguridad Nacional, tras la cual descartó que se les vaya a aplicar la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra.
La reunión se celebró ante al aumento de las críticas internacionales acerca del trato que reciben los 158 detenidos en Guantánamo (Cuba), que forzó a una suspensión de los traslados desde Afganistán, aunque el Pentágono anunció hoy la reanudación de los envíos de detenidos.
Tras la reunión con sus principales asesores, el presidente indicó que, aunque no se ha tomado una decisión definitiva sobre el marco legal en que serán considerados, "no serán tratados como prisioneros de guerra, pero se les tratará bien".
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, indicó que "se ha tomado la determinación de que no son prisioneros de guerra y no serán tratados como tales".
Sin embargo, Fleischer evitó decir si en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional hubo desacuerdos acerca de la situación legal de los prisioneros, especialmente de cara a las críticas internacionales, que parecen preocupar más a Powell.
"Hay una vieja política acerca de que no se habla en público sobre lo que se discute en el Consejo", recordó.
Bush, en declaraciones junto al primer ministro del gobierno provisional afgano, Hamid Karzai, insistió en que no hay fisuras en su gabinete acerca de cómo tratar a los detenidos. "Hay un acuerdo total acerca de cómo tienen que ser tratados", afirmó.
EE.UU. tiene en estos momentos 158 prisioneros en el llamado "Campo Rayos X" de la base naval de Guantánamo, además de otros 324 en Afganistán.
Todos los estamentos del Gobierno de EE.UU. insistieron hoy en que, con Convención de Ginebra o sin ella, los prisioneros de Guantánamo reciben un tratamiento "humano".
"Deberían considerarse afortunados. Tienen tres comidas al día y duermen en condiciones mejores de las que tenían en Afganistán", aseguró Fleischer.
A pesar de todo, Bush insistió en que no considera que la Convención de Ginebra esté anticuada, sino que los miembros de la red terrorista Al Qaeda "no son militares, son asesinos y terroristas que no entienden de países".
El presidente estadounidense reiteró que los prisioneros de Guantánamo reciben cuidados médicos y están "bien tratados".
"No hay pruebas de que los tratemos fuera del espíritu de la Convención de Ginebra, los que hacen acusaciones en ese sentido no saben de qué hablan", afirmó.
Entre los detenidos hay personas de unos 25 países. Algunos de ellos, como Arabia Saudí, han pedido interrogar a los prisioneros de su nacionalidad.
Pero Bush no considera necesario entregar a los detenidos de otros países, hasta que hayan sido interrogados en Guantánamo, y sólo tras una decisión que se tomará "caso por caso".