AMSTERDAM.- No cabe duda alguna: la inmensa mayoría de los holandeses adora a la argentina Máxima Zorreguieta, la futura esposa del príncipe heredero Guillermo Alejandro, quien se convertirá en Reina de los Países Bajos una vez que la actual monarca, Beatriz, ceda el trono a su hijo primogénito.
Desde que la prensa holandesa publicó, a finales de agosto de 1999, las primeras fotos de la guapa argentina de pelo rubio, una auéntica "maximanía" comenzó a apoderarse de los holandeses, generalmente no muy dados a mostrarse efusivos públicamente, salvo cuando se trata de celebrar los triunfos, cada vez más escasos por cierto, de su selección nacional de fútbol, el conjunto "naranja".
"Por fin vamos a tener a una reina bonita", exclamó eufórica una señora que tuvo el privilegio de dar la mano a la futura Princesa de Orange durante una de las intensas giras de presentación que la argentina realizó por la provincia holandesa el año pasado para conocer el interior del país de los tulipanes y los molinos.
Con su ancha sonrisa, que revela una dentadura perfecta, Máxima conquistó rápidamente el corazón de los holandeses. Además, su naturalidad y espontaneidad terminaron por convencer a los holandeses de que esta vez el príncipe no se había equivocado en la elección de su prometida.
La delicada revelación de que su padre, Jorge Zorreguieta, había ocupado un cargo en el régimen dictatorial del general Jorge Rafael Videla causó un terremoto en el mundo político holandés, pero apenas hizo mella en la enorme popularidad y simpatía de la goza que entre el común de los holandeses la alegre y expansiva argentina, de 30 años.
Por el contrario, su distanciamiento público de la dictadura en su país y su "atrevimiento" de corregir a su novio cuando éste reclamó a la prensa un juicio menos "parcial" acerca de los horrores del régimen de Videla derrumbaron los reparos de los últimos escépticos respecto al compromiso nupcial de Guillermo Alejandro con Máxima.
La hija mayor de Jorge Zorreguieta y María Carmen Cerruti nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, en el seno de una acaudalada familia de origen vasco, con grandes intereses en la ganadería y la agricultura. El padre, de convicciones ultraconservadoras, fue miembro de la directiva de la poderosa Sociedad Rural Argentina y subsecretario y secretario de Agricultura, entre 1976 y 1981.
Máxima cursó sus estudios de enseñanza media en el Northlands College de Buenos Aires. En 1989 inició sus estudios de economía en la Universidad Católica de Argentina (UCA). El profesor Juan Carlos Cachanosky la recuerda como "una de los mejores alumnos de su clase".
Tras licenciarse en economía en la UCA, en mayo de 1996, Máxima parte para Estados Unidos, donde consigue un empleo en el banco anglo-germano Dresdner Kleinwort Benson, en Wall Street. En 1999 se cambia al Deutsche Bank de Nueva York, pero poco después, al salir a la luz su relación sentimental con el príncipe Guillermo Alejandro, pide su traslado a la filial del mismo banco en Bruselas, Bélgica.
Cuando el príncipe heredero holandés da a conocer su firme intención de casarse con la argentina, a quien había conocido en la Feria de Sevilla, en abril de 1999, el servicio secreto del Reino de los Países Bajos comienza a investigar minuciosamente el pasado y origen de la argentina, al parecer sin encontrar en su vida privada ninguna mancha que pudiera dar lugar a un eventual escándalo futuro.
Sólo se descubren algunas fotos animadas de su vida fiestera en Buenos Aires, donde aparece algo exultante, copa en mano, y una imagen que resultó ser un fotomontaje falso de un medio sensacionalista, que la retrata como una "mujer de la vida alegre".
"Yo bailo, seguiré bailando y también seguiré cantando", dijo, segura de sí misma, en un fluido holandés, aprendido en apenas un año y medio, cuando fue entrevistada, junto con Guillermo Alejandro, en la televisión holandesa, el pasado 18 de enero, dejando en claro que no piensa cambiar su forma de ser por su matrimonio con el futuro rey de Holanda.