ZAMBOANGA, Filipinas.- Una ceremonia oficial dio hoy comienzo a las maniobras conjuntas entre los Ejércitos de EE.UU. y Filipinas dirigidas a acabar con Abu Sayyaf y consideradas la segunda etapa de la lucha contra el terrorismo mundial.
El ministro filipino de Defensa, Angelo Reyes, fue el encargado de proclamar de manera oficial el comienzo de las maniobras, en una ceremonia en la que participaron cerca de un centenar de soldados filipinos y estadounidenses.
Acudieron además el encargado de negocios de la Embajada de EE.UU., Robert Wendell Fitts, varios altos mandos militares y las autoridades locales, algunas de las cuales vestían camisetas con la bandera estadounidense y con la frase "I love USA".
La fuerte seguridad parecía ser el producto de informes de inteligencia sobre grupos no identificados que planeaban interrumpir los controversiales ejercicios.
"Estamos aquí para lanzar una ronda de ejercicios y entrenamiento concebidos para aumentar la capacidad de las fuerzas armadas de ambos países y ayudar a las fuerzas armadas de Filipinas a mejorar sus recursos para eliminar la plaga de Abu Sayyaf", dijo a los soldados Robert Fitts.
Se trata de "una plaga que ha aterrorizado a la población del archipiélago Sulu y secuestrado y asesinado a ciudadanos filipinos y de otras naciones", agregó Fitts.
La presencia de los soldados norteamericanos, quienes colaborarán en la lucha contra Abu Sayyaf, ha provocado una oleada de protestas en el país asiático, después de que varios grupos denunciaran la continua "interferencia" de Estados Unidos en los asuntos internos.
El ministro filipino de Defensa reconoció durante la apertura de los ejercicios militares que éstos "han causado un examen nacional de conciencia" e insistió en que son un "entrenamiento para mejorar los conocimientos de los soldados filipinos en la lucha contra el terrorismo".
Estados Unidos ha vinculado a los guerrilleros de Abu Sayyaf a la red Al Qaeda del militante islámico saudita Osama bin Laden.
En los ejercicios, planeados para al menos los próximos seis meses, participan unos 3.800 filipinos y alrededor de 600 estadounidenses.
Unos 160 soldados de las fuerzas especiales estadounidenses se unirán a los filipinos en patrullas de entrenamiento en las selvas de la montañosa isla de Basilán, donde Abu Sayyaf mantiene secuestrada a una pareja de misioneros de Estados Unidos y una enfermera filipina desde hace más de ocho meses.
El grupo anteriormente ha matado a rehenes y liberado a otros a cambio de recompensas.
En su primera fase, las maniobras se centrarán en las zonas de Malagutay, a tres kilómetros de Zamboanga, y Limpapa, a 40 kilómetros de esta ciudad, donde se ha establecido el cuartel general.
El despliegue en la isla de Basilán, tradicional refugio de los guerrilleros de Abu Sayyaf y a unos 910 kilómetros al sur de Manila, no será hasta mediados de febrero, según confirmó hoy el consejero de Seguridad Nacional, Roilo Gólez.