BOGOTA.- El Gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) intercambiaron hoy sus respectivas propuestas sobre un acuerdo de cese del fuego y de las hostilidades, en momentos en que el grupo rebelde mantiene una cruenta ofensiva que amenaza con deteriorar el respaldo y la confianza política en los diálogos.
Los rebeldes entregaron su iniciativa al comisionado presidencial para la paz, Camilo Gómez, durante una reunión celebrada este lunes en la zona desmilitarizada del sur del país, sede del proceso de paz, según señaló a la prensa el portavoz insurgente "Raúl Reyes".
"Recibimos del Gobierno un borrador sobre las recomendaciones (de la comisión) de los notables y en las cuales se aborda el problema del paramilitarismo y la disminución del conflicto armado", señaló el vocero de las FARC.
El comandante rebelde señaló que una vez conocidas las propuestas, las partes iniciarán su estudio y plantearán las interrogantes del caso, para luego analizar en la mesa de diálogo la viabilidad de esas fórmulas.
"Ahora viene el estudio que hace por separado cada una de las partes y luego el intercambio (de opiniones)", afirmó "Reyes", quien anunció que los delegados de las FARC y del Gobierno volverán a reunirse el próximo miércoles para avanzar en el tema.
El líder guerrillero se abstuvo de precisar el contenido de la iniciativa entregada por las FARC, pero recordó que la misma recoge varios de los puntos señalados en un documento presentado por una misión de personalidades del país.
El comité, integrado por representantes de ambos lados, recomendó al Ejecutivo y a la agrupación insurgente pactar, entre otros, una tregua que incluya el fin de las hostilidades, tras advertir sobre el fracaso de seguir negociando en medio de la guerra.
Las partes se comprometieron el pasado 20 de enero, en presencia de la comunidad internacional y de un enviado de las Naciones Unidas, a estudiar tal propuesta y fijaron un plazo menor de tres meses para firmar los primeros convenios sobre cese del fuego y de las hostilidades.
Sin embargo, la organización alzada en armas intensificó a partir de ese día sus ataques a poblaciones y contra la infraestructura vial y energética del país, los cuales dejan hasta el momento más de 40 muertos, de acuerdo con reportes oficiales.
La arremetida insurgente ha venido minando el respaldo al proceso de paz entre los distintos sectores del país, al punto que el propio oficialismo ha endurecido el tono con los rebeldes y ha criticado abiertamente los diálogos que lidera el Presidente Andrés Pastrana.
Tal deterioro llevó a los candidatos presidenciales a evaluar la posibilidad de reunirse la próxima semana con las FARC y el Gobierno en la zona despejada, incluso, algunos como Juan Camilo Restrepo, aspirante por el gobernante Partido Conservador, anunció que no asistiría al encuentro.
Asimismo, el candidato liberal disidente Alvaro Uribe reiteró que no se entrevistará bajo ninguna circunstancia con la organización marxista, mientras que Horacio Serpa, líder y aspirante de la oposición, señaló que aún no ha decidido si participará en la cita, prevista para el 13 y 14 de febrero próximos.
En concepto de distintos analistas, la ofensiva lanzada por las FARC también ha influido en el sorprendente ascenso en las encuestas de Uribe, un asiduo crítico del proceso de paz, quien desplazó a Serpa del primer lugar las preferencias electorales.
Los observadores han indicado que de mantenerse la arremetida de los guerrilleros, los colombianos se inclinarán en las elecciones de mayo próximo a favor de Uribe, situación que para algunos podría suponer la declaratoria de una guerra total a las FARC, la principal fuerza insurgente del país con unos 16.000 efectivos.